Un partido para jugar con el corazón

Es un día para aparcar ese inquietante pasado reciente y labrar un futuro más sosegado. Las cuentas son claras: el Alavés se salvará matemáticamente esta noche si es capaz de ganar al Betis. Aunque no parece una tarea fácil para un equipo que lleva siete partidos sin conocer la victoria (seis derrotas y un empate) y 630 minutos sin marcar un gol en juego (solo lo logró Joselu de penalti en el Wanda). Pero para eso dio el club el volantazo en el banquillo. Con Muñiz, de momento, una esperanzadora derrota en Valdebebas y un sufrido empate en casa ante el Getafe. Toca ratificar la escalada.

Solo en caso de no ganar habrá que mirar a otros campos. Si empata, el conjunto albiazul se salva si no ganan Mallorca (en casa ante el Granada) y el Leganés (en San Mamés). Si pierde, deberá esperar que también lo hagan los pepineros y que los bermellones no consigan el triunfo. Jornada de máxima tensión. Y de transistores encendidos.

En el plano estrictamente futbolístico, la principal novedad es el retorno a la convocatoria de Aleix Vidal, que se estrena con Muñiz. El catalán puede ser una opción para cubrir las bajas de Martín –sancionado– y Ximo –lesionado– en el lateral derecho. También Rafa Navarro, que, tras no contar en todo el curso, ha entrado en escena tras el relevo técnico, aunque todo apunta a que será Tachi, un central, quien ocupe esa posición, como hiciera en los últimos minutos ante el Getafe.

Tampoco podrá contar Muñiz con Duarte, Pacheco, Ismael y Javi López. Con estos mimbres, no se esperan demasiados cambios en el once, más allá del obligado en el lateral derecho. La principal duda reside en el centro del campo: el entrenador albiazul tiró de Fejsa y Camarasa ante el Real Madrid y de Pina y Manu frente al Getafe. Era el primer partido del capitán tras el parón y respondió con una buena actuación, cargada de intensidad, compromiso y actividad en el epicentro del equipo.

La misión es dejar claro desde el principio quién es el que se juega algo. Porque espera un Betis que, sin nada en juego desde el punto de vista clasificatorio, ya mira a la próxima temporada y al proyecto de Mauricio Pellegrini. Es el único aliciente en el equipo verdiblanco, aún con Alexis Trujillo en el banquillo, lucir credenciales ante el entrenador chileno. Sin la tensión numérica, el conjunto andaluz busca mejorar su imagen, más relajado. Y más descansado, ya que, tras jugar el sábado en el campo del Atlético (1-0), ha tenido dos días más de descanso que los albiazules para el encuentro de esta noche.