Un partido para, al fin, disfrutar

En cualquier otra circunstancia, subir la montaña blaugrana sería uno de los grandes desafíos del calendario. El bloque de Messi, Suárez y compañía es una plantilla letal, capaz de someter a cualquiera e imponer su guion. Aunque aterriza en Vitoria sin objetivos, con un evidente mal sabor de boca e inmerso en una vorágine destructiva cada vez más habitual en el Camp Nou. En Mendizorroza se miden dos estados de ánimo: el del alivio y desinhibición del Alavés y la depresión y preocupación del Barça.

Las propias convocatorias evidencian ese abismo. Setién ha citado a dieciséis jugadores para su último desplazamiento liguero de la temporada. Muñiz, salvo sorpresa de última hora, veintitrés. El técnico cántabro, discutido y que, según voces de círculos blaugranas tiene su cargo en juego, cuenta con siete bajas y no podrá echar mano de un filial centrado en el play off de ascenso a Segunda. Contando, además, que tres de sus futbolistas son porteros, el Barcelona arrancará el partido con sólo tres jugadores de campo en el banquillo.

Ahí quiere agarrarse un Alavés casi pleno de recursos. No estará el sancionado Rodrigo Ely, uno de los héroes en el triunfo ante el Betis. Tampoco Fernando Pacheco, en el que podría haber sido su último partido en Vitoria. Duarte, Ximo, Javi López e Ismael son también baja. Muñiz, que ha cumplido el objetivo exprés, podrá flexibilizar su once tras un mes sin descanso. La reforzada cantera puede tener su momento en un escenario tan ilusionante como exigente.

El técnico albiazul, en cualquier caso, es ambicioso. En juego, la posibilidad de escalar varios puestos en la tabla, con el impacto económico que eso tiene en un presupuesto que se verá golpeado por la pandemia. «Lo que intentaremos será mantener el nivel de los últimos partidos. Ser un equipo que quiera llevarse el partido. Sabemos que viene un rival de los mejores de Europa y sabemos que para ganarlo hay que hacer las cosas muy bien y trabajar el partido. Vamos predispuestos a ello. Sabemos que podemos subir algún puesto y lo intentaremos desde el primer minuto», aseguró en su última previa.

39, 40 ó 42. Eso marcará el particular cuentakilómetros albiazul. Será la peor puntuación albiazul en los cuatro años consecutivos que lleva en Primera. Pero un botín suficiente para seguir soñando en la élite. Y qué mejor manera de hacerlo que intentando sorprender a uno de los gigantes del campeonato para un luminoso fin de fiesta.