Sivera bloca el balón ante Budimir. RAFA GUTIÉRREZ

Osasuna 2-2 Alavés

El Alavés encuentra un punto de apoyo

Un doblete de Kike García y las paradas de Sivera sostienen a un Alavés de más a menos que tomó ventaja en 40 segundos, se difuminó después y salvó un valioso punto

Domingo, 8 de diciembre 2024, 20:47

Ya lo decía Arquímedes: 'Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo'. Traducido al idioma futbolístico, sumar un punto en Pamplona permite al Alavés dar aire a la era Coudet, que en su estreno en la Liga sumó un valioso empate a domicilio y, ... ahora, dispondrá de una semana completa para seguir trabajando en lo que todavía es un equipo titubeante. Habrá que ver si el argentino es capaz de mover el mundo del Alavés, de hacer palanca con esta igualada y convertir con el tiempo a la escuadra albiazul en un equipo competitivo a tiempo completo.

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A estas alturas, la escuadra vitoriana vive de arreones y la montaña rusa de emociones pareció por momentos salirse de los raíles y amenazar con el enésimo siniestro total. Y es que, por su volatilidad, más que a terceros el actual cuadro vitoriano necesita todavía un seguro a todo riesgo. Sin franquicia.

De más a menos resultó el partido, tras el 0-1 en el segundo 40 para ver después cómo el rival remontaba en el inicio de la segunda mitad. Esa sensación de que para una escuadra albiazul en una situación delicada cada situación negativa golpea como un mazo. Pero el doblete de Kike García y las intervenciones de Sivera sirvieron para sostener la ilusión. Esta vez, las áreas resultaron propicias. Sin noticias prácticamente en todo el partido del meta local Herrera, las redes osasunistas recibieron dos tantos. Cosido por momentos Sivera a remates tras el descanso, el portero alavesista sacó manos y pies para rasgar la tela de la delantera osasunista. La eficacia, vamos, se vistió de blanco y azul.

0-1 y VAR

Coudet dejó claro con la alineación inicial que el duelo copero había sido una especie de ensayo general para Pamplona. Solo cuatro cambios en el once, con la entrada de Abqar, Diarra, Carlos Marín y Kike García por Sedlar, Manu Sánchez, Toni Martínez y Villalibre. Es decir, el mismo centro del campo (Blanco, Carlos Vicente, Jordán y Guridi) del duelo en Cartagena. Y solo una variación (Jordán por Guevara) respecto a la última alineación liguera de Luis García Plaza ante el Leganés, incluida una disposición táctica similar con un excelente Kike García como hombre punta, Guridi por detrás y un Carlos Martín creciente en la izquierda. Con unos u otros tocaba tratar de levantar la cabeza, mirar al frente y vislubrar la reacción.

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Hay partidos en cada partido y el Alavés anotó en la primera jugada y dominó el juego durante cerca de 40 minutos. Esa idea, ya advertida en otras ocasiones, de que mientras el oxígeno llega a los pulmones el equipo resulta ordenado e intenso para reducir al rival a la mínima expresión.

Esperanzador

El cuadro albiazul dejó una primera parte con bastante control

Después, cuando se trata de afinar con el balón, ya es otra cuestión. También, es cierto, que el cuadro albiazul de Coudet llegó a hilvanar alguna acción de casi un minuto de posesión para constatar el inicio del cambio de estilo. Antes, se aplicó en la presión y tampoco dudó en enviar balones largos. Como siempre, se tratará a medio plazo de mezclar bien.

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Antes del descanso el sufrimiento solo apareció en los ¡ocho minutos¡ de descuento. Sobre todo con las incorporaciones de Areso. También a través del VAR. Iglesias Villanueva llamó al colegiado para revisar un agarrón se Mouriño a Budimir en el área. Soto Grado, con buen criterio, decretó una falta anterior. Choque muy intenso, con un Lucas Torró que bien pudo ser expulsado por un codazo claro sobre Kike García. Ventaja al descanso y escenario ideal.

Descontrol y 2-2

De ahí a la pesadilla transcurrieron apenas quince minutos. Con un Raúl García que añadió un segundo delantero a Osasuna y acentuó el dominio local. Sivera había empezado con su exhibición de manos salvadoras ante Catena, pero un córner acabó en el 1-1 tras otra concesión.

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Poco después, otra de esas fatalidades que acucian a los necesitados. Falta de Rubén García y rebote en Guridi para el tanto en propia puerta. Pura desesperación, pero regreso casi inmediato con el curso de precisión del 2-2 entre Abqar, Carlos Vicente y Kike García.

Remontada

Osasuna dio la vuelta al marcador en apenas quince minutos tras el descanso

No estaba para bromas el Alavés, que volvió a poner la cara seria para aguantar un resultado que aliviaba la crisis. El rictus del partido, eso sí, fue el de un Sivera que sacó una a Budimir, otra con el pie a Raúl García y fue ayudado en otra ocasión por Tenaglia para despejar bajo palos. Apuros, ya con Abde, Toni Martínez y Protesoni sobre el césped. Cambios tardíos, al estilo García Plaza.

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No le dio al cuadro vitoriano para mucho más que defender primero con la zaga adelantada y al final casi en el área. Sin ese punto de lucidez para al menos asustar en los contragolpes. Quizás sea demasiado pedir cuando se trataba de puntuar o volver a sentarse en el diván; cuando un punto supone mucho más que un punto; cuando el equipo pide curar poco a poco las heridas y pensar en un futuro saludable.

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