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«Un equipo que tenga al 'Pichichi' puede no ascender, pero uno que tiene al 'Zamora' sí asciende». La frase pronunciada por Juan Ramón López (Gijón, 1968) a su llegada al Málaga, su último equipo antes de hacerse cargo del Alavés, resume el libro ... de estilo del nuevo técnico albiazul. Más de guardar la ropa que de nadar. Su premisa básica es el orden, en busca de un equipo compacto, que no pierda el sitio. Un bloque de líneas juntas cuyo primer cometido es proteger la portería propia.
En su trayectoria le ha gustado el 4-4-2, posiblemente el dibujo que mejor encaje en un equipo que tiene a Lucas y Joselu en punta, aunque con frecuencia lo ha derivado a un 4-5-1 (4-2-3-1), con uno de los atacantes más retrasado, en funciones de enlace o mediopunta, con la intención de ayudar a la pareja de pivotes. A partir de ahí, todo pasa por el orden. La fase defensiva y la ofensiva. Como a Garitano, le interesan más los movimientos tácticos que el balón y la posesión.
Sin la pelota, juntar líneas, normalmente por detrás de la línea divisoria. Sin hundirse, en bloque medio, pero con pocos momentos de presión alta. El plan es tejer una telaraña difícil de superar para los contrarios, negarles los espacios. Con la pelota, esa tendencia a la autoprotección le obliga a atacar desde lejos del área contraria. También el orden manda en ataque. Los pivotes, atentos a las coberturas, no deben perder el sitio y, consecuentemente, no es frecuente verles cerca del área rival. Tampoco los laterales suelen ser excesivamente alegres en los equipos de Muñiz, que en su virtud, esa disciplina táctica, esconden también su defecto, ese encorsetamiento ofensivo.
Su primera labor, en cualquier caso, es psicológica. Ahí, en el vestuario, tira más de obras que de palabras. Más trabajador que dicharachero, destacan los jugadores que han trabajado a sus órdenes. Metódico en los entrenamientos, como le gusta que sean sus equipos en el campo; parco en palabras, pero respetuoso. Y fiel defensor de la meritocracia. Un buen gestor de grupos que, en ese sentido, puede recordar al perfil de Abelardo, cercano y protector con sus futbolistas.
En su trayectoria, esculpida en sus inicios a la sombra de Juande Ramos, más temporadas en Segunda (5) que en Primera (3) y dos ascensos a la máxima categoría, con el Málaga en 2008 y con el Levante en 2017. Y un deseo público que aún no ha podido cumplir, entrenar al Sporting, su casa, donde 'Muño' se formó y jugó la mitad de su carrera.
La destitución de Asier Garitano conllevó la salida de buena parte de su cuerpo técnico: Javi Cabello y Miguel Pérez (asistentes) y Juan Miguel San Román (preparador de porteros). Solo siguen los preparadores físicos José Antonio Morga y Nenad Njaradi y los analistas Jon Zubillaga y Damián Suárez. Una decisión poco habitual que Sergio Fernández justificó así: «Nos toca tomar decisiones y entendíamos que ésta era la mejor. No hay una razón lo suficientemente explícita como para cargar las tintas sobre nadie, pero había que regenerar las ilusiones desde ciertos contextos y puntos de vista».
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