Once jornadas para evitar el colapso

El conjunto babazorro comenzará su recta final de temporada con cinco partidos con equipos de la zona alta o media de la tabla. Atlético, Celta, Athletic, Villarreal y Valencia son los cinco primeros contrincantes a los que debería arrebatar puntos para llegar con opciones a la recta de meta, en la que tendrá tres enfrentamientos con rivales directos. Hacia San Prudencio el calendario le reserva la visita del Huesca y a primeros de mayo el desplazamiento a Eibar. Encuentros cruciales, «de cuatro puntos» en juego, como dice Abelardo, en los que ganar supone además que el rival no sume. Servirán para tomar ventaja o salvar el golaverage que puede ser determinante a final de curso, a tenor de la igualdad imperante en la zona baja. Los siguientes en el viacrucis albiazul serán el Levante, zona media, y el Elche, para terminar la temporada con la visita del Granada y el examen final ante el Sevilla, exigentes contrincantes, ante los cuales sería conveniente tener los deberes hechos previamente, para no tener que recurrir a los golaverages particulares, que, por el momento es favorable sólo con el Valladolid.

La plantilla albiazul descansará hoy antes de volver mañana a los entrenamientos. Ayer, Abelardo y sus hombres volvieron al trabajo tras el punto logrado frente al Cádiz. Los titulares el sábado realizaron trabajo de recuperación en el gimnasio mientras que el resto completó la sesión con ejercicios de finalización y partidillos.

Todo evidenció una aparente normalidad, con Abelardo al frente del equipo, posición teóricamente reforzada por el club a través de la foto que publicó para ilustrar los entrenamientos, en la que aparecía el asturiano dirigiendo la sesión. Sin embargo, el eslabón más débil del fútbol, el entrenador, sigue en el aire tras la racha negativa de cuatro derrotas y un empate, y de haber sumado sólo 5 puntos de los 27 en juego desde su llegada.