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Mikel Uriarte
Lunes, 18 de octubre 2021, 22:18
Javi Calleja no pudo disimular su desazón tras el partido. Una nueva derrota, además cuando el encuentro ya expiraba dejó muy tocado al madrileño. «El vestuario está dolido. No vale sólo con la actitud y el trabajo, debemos competir hasta el final sin perder la ... concentración y dándole la importancia a todos los detalles. No pueden montarnos una contra como la que nos han montado, porque es difícil puntuar ya que nos cuesta marcar goles. Hay que sumar de tres en tres y tenemos que darle máximo valor a todo. Un punto ante un rival como el Betis no es una tragedia, pero para eso hasta el final hay que ser conscientes de ello y no ser tan inocentes en determinadas jugadas», apostilló el técnico albiazul.
De nuevo la falta de pegada privó al Deportivo Alavés de un mejor resultado. Pisó más el área rival, disponiendo de un par de balones al larguero, pero se quedó otra vez sin marcar. «Hemos dispuesto de varios saques de esquina, con juego directo hemos tenido también opciones y con llegadas por fuera, aunque el fútbol es marcar goles. Está todo dicho y lo que marca la diferencia es anotar. Nos está costando muchísimo y si en el minuto 88 no puedes ganar al menos no lo pierdas. Debemos aprender de todo esto. Queda mucho, pero hay que cortarlo ya», manifestó Calleja. Se mostró más contrariado si cabe, porque a su juicio gran parte de los rivales que les han superado en el resultado final no han sido superiores en el juego. «Quitando el Real Madrid o en Valencia nadie nos ha avasallado. Los encuentros han estado igualados y con alternativas, pese a que es cierto que determinados errores están siendo decisivos», ahondó el entrenador del Deportivo Alavés.
A juicio de Javi Calleja los dos próximos encuentros serán básicos, además ante rivales directos. «Tenemos que tomárnoslos como si en cada partido nos fuera la permanencia. Los dos siguientes con más motivo porque esos conjuntos tienen el mismo objetivo que nosotros. Soy parte de este grupo y estoy acostumbrado a disputar partidos como los que nos vienen ahora. No tomo las decisiones de quitar o poner entrenadores. Mi obligación es levantarme y luchar hasta el final», recordó el preparador de Mendizorroza.
La respuesta mental de los suyos ante el golpe recibido ayer será clave para calibrar las opciones de victoria en Cádiz o ante el Elche. «No voy a permitir que haga mella. Me da rabia porque el trabajo no se va recompensado con algún punto, pero nadie va a bajar la cabeza», aseveró.
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