Hay un nuevo regateador en el Alavés

Que en la Liga imitaron López Ufarte, Joaquín u Onésimo, el regateador español por excelencia. Una figura en extinción en el fútbol moderno, cada vez más físico, que en el Deportivo Alavés está intentando recuperar Álex Sola. Como antes hicieron otros como Quiles, Badiola, Valverde o, en la época más reciente, el brasileño Nené.

El jugador donostiarra recaló en Mendizorroza envuelto en un debate sobre su posición. Lateral –como jugaba en la Real– o extremo. El propio futbolista se encargó de disiparlo en su primera acción como albiazul: recibió, encaró y puso el balón en la cabeza de Kike García. Por si había dudas, en el siguiente partido, en Vallecas, se inventó un par de filigranas de las que levantan del asiento al espectador. Es un extremo. Y regateador. Lo dicen las imágenes y lo corroboran las cifras.

Porque el guipuzcoano es el séptimo jugador que más regates hace en la Liga (16). Solo le superan Bryan Zaragoza (28), Sávio (21), Foyth (19), Bamba (18), Rodrygo y Bellingham (17). Con un matiz diferencial: todos le superan ampliamente en minutos. Con el cronómetro en la mano, únicamente el delantero del Granada (un regate exitoso cada 21 minutos) encara más y mejor que el albiazul (cada 24). Por ejemplo, el británico del Real Madrid, la gran figura de la competición en este arranque del campeonato, sale exitoso de un mano a mano una vez cada cuarenta minutos.

«Yo en carrera me siento ganador en el uno contra uno y por eso insisto tanto», explicaba Sola el año pasado en una entrevista en el Diario Vasco. Aunque la suya en Zubieta es una historia de fluctuación posicional. Extremo de 'nacimiento' en el colegio La Salle de Zarautz, cuando aún compaginaba el fútbol con la pelota, irrumpió en Zubieta como improvisado central en infantiles y no fue hasta cadetes cuando se consolidó en la banda. Primero más arriba, donde más le gusta jugar, pero su proyección hacia el primer equipo fue enfocada como lateral ofensivo. Ahora en Vitoria, consolidado como extremo en el once de Luis García Plaza, retoma sus orígenes para explotar ese uno contra uno.

Y los números le dan la razón. Su insistencia (un regate intentado cada 16 minutos y uno bueno cada 24) contrasta con el apagón de Luis Rioja en la otra banda: un intento cada 45, tres veces menos, y uno bueno cada 90, casi cuatro veces menos. El extremo sevillano no atraviesa su mejor momento y el equipo lo está notando. En su anterior temporada en Primera el andaluz acabó el campeonato como el noveno mejor regateador con 1,9 regates buenos por partido; ahora está en 0,9.

Y presentan mejores registros compañeros como el creciente Javi López (un regate exitoso cada 41 minutos), Abde (cada 49), Samu Omorodion (71), Kike García (77), Ander Guevara (88) o Xeber Alkain (89). Y no es solo el acierto, sino la persistencia en el regate. Sola es el que más encara, el que más veces busca el uno contra uno para regatear a su par (5,6 cada noventa minutos de juego).

Rioja es sin duda una de las armas más desequilibrantes del conjunto albiazul en este apartado, pero está más tímido de lo habitual en ese aspecto (2), superado incluso por Samu (4,3), Abde (3,1), Javi López (2,6) o el apocado Alkain (2,4).

El hándicap del donostiarra hasta la fecha es la continuidad. Cierta intermitencia en el juego, capaz de encadenar bastantes minutos de menor protagonismo con tres acciones seguidas de peligro, como hizo ante el Betis. Tras una primera parte más gris apareció justo antes de ser cambiado en el minuto 73.

Y es que Sola solo ha completado uno de los cinco partidos que ha jugado como titular, ante Osasuna. En los otros cuatro ha sido sustituido entre el 64 y el 73. Solo el propio Rioja (5 de 8) y Kike (6 de 9) han sido relevados más veces.