El derbi que lo cambió todo para Manu García y Toquero

Manu García y Toquero habían disfrutado de titularidades muy intermitentes hasta la jornada 15, supeditadas casi siempre a bajas por lesión o sanción de sus compañeros. El técnico, no obstante, interpretó que el Alavés debía echar el candado ante uno de los equipos más eficaces, que se mimetiza con las medidas de su estadio hasta lanzar una jugada de gol desde cualquier rincón. El centro del campo albiazul había sufrido algunas grietas por el descenso en el rendimiento de Daniel Torres, mientras que Toquero mantenía su lucha por obtener mayor protagonismo tras un doblete en Tarragona ante el Nàstic en la Copa.

Mayor competencia

Desde entonces, los dos vitorianos, que comparten además pasado como azulgranas, se han hecho con una plaza fija en el once albiazul. En mayor medida ha sucedido en el caso del centrocampista, que no ha sufrido lesiones ni se le ha presentado una gran competencia interna. Tras el choque de Ipurua, de hecho, el capitán ha participado desde el inicio en 14 encuentros de Liga, mientras que el atacante lo ha hecho en diez. No obstante, Toquero ha lidiado con una exigencia mucho más feroz en su posición, ya que por su costado han pasado Edgar, Romero y, de manera mucho más esporádica, Katai.

Manu García, camaleónico desde que pasó de jugar de extremo o lateral zurdo a centrocampista, se ha convertido en el mejor socio de Marcos Llorente en la medular. Mientras Torres se ha quedado en un perfil muy similar y difícil de complementar con la perla cedida por el Real Madrid, el capitán vitoriano ha interpretado a la perfección la labor que se le requería para encajar entre Llorente y Camarasa. Transforma los partidos en maratones, colabora en la recuperación, aporta experiencia cuando el equipo se asfixia y sorprende con llegadas desde segunda línea, como las que le permitieron erigirse en el jugador más destacado en el triunfo ante el Deportivo. Llorente, además, suele ensalzar el sentido del orden que posee el veterano centrocampista, que transmite al resto del grupo a través del liderazgo en la presión.

El extremo, por su lado, mantiene una lucha cerrada con Edgar y el emergente Óscar Romero, pero garantiza mejor que sus dos competidores el rigor defensivo, el despliegue físico en favor de la defensa y la combatividad en los duelos de mayor voltaje, como ante el Athletic, Osasuna y el propio Eibar.

Ha transcurrido ya una vuelta completa desde que Manu García y Toquero escenificaran su consolidación en la plantilla, donde arrancaron como presumibles secundarios tras la reconstrucción integral del verano. Los dos vitorianos gozan ahora de cierta posición de fuerza en el equipo gracias a su papel desde Ipurua y su especial vínculo con Mendizorroza por la distinción que les concede ser los dos únicos alaveses. A ambos se les presenta un final de curso único, con la primera final de Copa de la historia albiazul. Y es que Manu García y Toquero comenzaron a disfrutar de verdad de la actual campaña ante el adversario que recibirán mañana, pero esperan que el punto álgido de este año de ensueño llegue el 27 de mayo en el Calderón.