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El Alavés, ante una gran oportunidad
Copa del rey

El Alavés, ante una gran oportunidad

Con buena parte del equipo titular en liza, aspira a meterse en los cuartos de final de Copa por primera vez desde el año 2004

Iñigo Crespo

Miércoles, 11 de enero 2017, 00:20

Aunque militar en Primera División allana enormemente el camino en una Copa del Rey casi imposible para el resto de categorías, hay oportunidades que no se presentan todas las temporadas. Una de ellas llega esta tarde para el Alavés, que se juega ante el Deportivo de la Coruña la posibilidad de alcanzar los cuartos de final de este torneo después de trece años de ausencia. Aquel 2004 donde el conjunto albiazul superó al Valladolid para colarse entre los ocho mejores. Después, despacharía al Celta antes de caer en semifinales frente el Zaragoza, que finalmente se alzó con el título. Esta tarde, pese al amargo sabor de un duelo de ida donde la escuadra de Pellegrino pagó su desconexión final y vio diluida una cómoda ventaja para dejar el punto de partida en un 2-2, el cuadro vitoriano arranca con la mínima ventaja de los dos tantos anotados a domicilio. En definitiva, le vale ganar, pero también empatar si no encaja más de un gol en su portería.

Como ya se observó en el choque liguero en Vitoria, saldado sin tantos, y en el duelo de la pasada semana en Riazor, la diferencia entre ambos equipos resulta mínima. Los dos pelean por la permanencia en la gran batalla de la temporada e, incluso, comparten estilo de juego a la hora de afrontar los partidos. Primero es la fortaleza del sistema defensivo y, después, lo que venga. Como ya advirtió Pellegrino el lunes, difícil será que ninguno de ellos modifique en esencia su planteamiento «a no ser en los minutos finales». Es decir, si a uno u otro le obligan las circunstancias para buscar la clasificación en Mendizorroza.

Sistema defensivo habitual

El técnico alavesista ya demostró en el choque de ida que las alegrías en el reparto de minutos de la Copa quedaron confinadas a la eliminatoria anterior frente al Nástic de Tarragona. A La Coruña no viajaron siquiera algunos de los futbolistas con menos participación en la Liga y hoy todo apunta a que las rotaciones volverán a ser limitadas. La única seguridad, en cualquier caso, es que Adrián Ortolá, que el domingo debutó en la Liga en Bilbao, se mantendrá como guardameta titular.

Sin embargo, ni la acumulación de encuentros, con la visita a Balaídos el domingo, supondrá un cambio exagerado en la estructura del equipo. Sobre todo en lo que supone la coraza defensiva. Femenía puede repetir en la alineación, con dos plazas de centrales que se repartirán entre Laguardia, Feddal y Alexis, este fuera de la última lista por un proceso gripal. También se espera que Theo Hernández, tras descansar el fin de semana por sanción, vuelva al lateral zurdo. Igualmente y si no hay sorpresas, Marcos Llorente doblará esfuerzos esta semana. En un eje donde las posibilidades a partir de ahí están más abiertas, aunque con Dani Torres y Krsticic como opciones. Incluso, ambos podrían jugar si Pellegrino se decanta por dar descanso a Camarasa.

En definitiva, como sucedió la pasada semana, la idea es ofrecer relevos en tres cuartos de campo y el ataque, posiciones siempre más sensibles en cuanto a desgaste. De esta forma, el trío formado por Katai, Edgar y Santos también tiene muchas papeletas. Con otra batería de posibilidades, como Ibai, Toquero y Deyverson, titulares en San Mamés, que probablemente esperarán en el banquillo.

Menos abierto tiene el abanico Gaizka Garitano, al que la acumulación de lesiones ha dejado con 16 futbolistas de campo, entre los que volvió a incluir al delantero del filial Óscar. En esta ocasión, no obstante, sí contó para la convocatoria con el goleador Florin Andone. En principio, Joselu apunta al once en el frente de ataque, con el rumano como recurso. Y pese a que el Deportivo aún no ganado esta temporada fuera de su estadio -ninguno de sus resultados ligueros a domicilio le bastaría para superar esta eliminatoria-, la realidad habla en las últimas semanas de una escuadra que crece pese a la escasez de efectivos. El Alavés le hizo dos goles en Riazor, pero uno llegó tras un grave error defensivo y otro de penalti. El cuadro albiazul, siempre justo en la creación de juego ofensivo, no logró generar prácticamente ninguna ocasión clara más. Ante un adversario que acusó primero los golpes, pero acabó por reaccionar con coraje para igualar el choque.

Nada hace presagiar, de hecho, un duelo de vuelta brillante o que se decante con facilidad por alguno de los lados. Sí uno de esos partidos tensos donde cualquier acierto o error aislado obligará al adversario a arriesgar. Para el Alavés, que contará con el apoyo de Mendizorroza en un choque sin coste para sus abonados, se trata de la posibilidad de alcanzar los cuartos de final de la Copa por novena vez. Una por cada década de su historia. No es poco.

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