Gaizka Toquero levanta el vuelo

Solo los genios o los personajes con una capacidad de sacrificio encomiable suelen despertar la admiración o el respeto de todos los aficionados. Es obvio que Gaizka Toquero no es uno de los futbolistas más brillantes del mundo o un delantero que vive un idilio permanente con el gol. Pero el atacante posee un carisma que envuelve a los aficionados del Alavés. Posee un poderoso físico que le permite convertir cada partido en una carrera de fondo, parece inmune al cansancio cuando recorre la banda en las dos direcciones y ante el Nàstic, además, exhibió una efectividad poco habitual y una versatilidad que quiere convertir en una de sus bazas para lograr un papel más relevante.

Todas estas cualidades de Toquero, capaz de alcanzar la línea de fondo a pesar de que su habilidad en el regate es limitada, condujeron a Marcelo Bielsa a pensar que el delantero vitoriano podría desenvolverse en el puesto de lateral derecho en el Athletic. De hecho, el técnico se lo propuso con total solemnidad y el delantero aceptó. Tenía compromiso, rigor y un gran despliegue ofensivo, por lo que solo había que añadir algunos aspectos defensivos para que la reconversión fuera completa. La prueba, que se limitó a los entrenamientos y no pasó el corte de un choque oficial, no terminó de germinar un nuevo carrilero, por la dificultad que entraña variar por completo el rol de un hombre que lleva más de dos décadas buscando el gol en lugar de evitarlo, pero obtuvo una solución puntual y la confirmación que la facilidad de adaptación de Toquero es casi de goma.

El delantero firmó quizás ante el Nàstic el encuentro que mejor lo define. Se trataba de un partido de una enorme cantidad de trabajo sucio, en el que brillar resultaba casi imposible. Él, sin embargo, se convirtió en el protagonista absoluto del duelo con sus dos tantos. De forma paradójica, Toquero, el tercer delantero de la plantilla, fue el primero en firmar un doblete en lo que va de campaña. Es cierto que apenas pudo asociarse con sus compañeros para realizar alguna gran jugada colectiva, pero le selló al Alavés el pase a los octavos de final de la Copa y se estrenó como lateral derecho para que Manu Barreiro pudiera debutar.

Este alavés puede presumir de ser uno de los futbolistas más versátiles de la plantilla. Jugó ante el Atlético como delantero por la sanción de Deyverson y la lesión de Christian Santos, actuó en la banda ante el Valencia a quien marcó y Osasuna, mientras que en Tarragona añadió una muesca más a su particular recorrido por la pizarra de Pellegrino. El papel del delantero, además, trasciende sus actuaciones sobre el césped. Es un pilar sobre los que se sustentó el nuevo cuerpo técnico para armar el bloque que es hoy el Alavés. Kiko Femenía, Pacheco y Laguardia estaban llamados a liderar la transición exprés que llevó al cabo el club albiazul en verano, mientras que Manu García y Toquero resultaban determinantes para realzar el valor del equipo en el vestuario por su condición de ídolos locales y protagonistas en el ascenso.

Posibles demarcaciones

El delantero vitoriano, no obstante, ha encontrado una competencia feroz en todas sus posibles demarcaciones. Deyverson lidera con paso firme la lista de máximos artilleros del equipo, mientras que Santos suma ya dos tantos en sus dos únicas titularidades. La banda es quizás donde más opciones tendría de entrar Toquero, aunque no es su lugar natural. Por las dos orillas han desfilado Edgar, Ibai, Espinoza, Katai, Sobrino e incluso Theo Hernández, aunque nadie se ha colocado la etiqueta de titular indiscutible. El encuentro que protagonizaron Edgar e Ibai ante el Villarreal, eso sí, les ha dotado de cierta ventaja con respecto a sus competidores. Y en el lateral, la posición más tardía en la carrera de Toquero, Kiko Femenía se ha convertido en uno de los hombres con más peso del Alavés por sus grandes actuaciones.