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Iñigo Crespo
Miércoles, 24 de agosto 2016, 19:49
El Alavés todavía guarda una bala en la recámara para los últimos días de mercado, sin duda los más caóticos y ajetreados. Las prisas de los equipos que necesitan vender con urgencia, los jugadores que se ven sin oportunidades y el esfuerzo económico final ... que suelen realizar algunos compradores pueden desencadenar auténticos bombazos en las horas previas al cierre, que se producirá el próximo miércoles. En ese último escenario se encuentra ahora el club albiazul, que busca un atacante «superlativo» para poner el broche final a su plantilla.
La dirección deportiva del Alavés insiste en que está «satisfecha» con las incorporaciones realizadas, que se ha cumplido con creces con los 16 fichajes anunciados ya son 17 y que el equipo es completo y compensado. Sergio Fernández, de hecho, apuntó en las dos últimas presentaciones que el equipo estaba «prácticamente cerrado». Ese discurso concede una posición de fuerza a la entidad del paseo de Cervantes en los escaparates, ya que tiene todos los puestos bien cubiertos y solo busca una guinda final. De esta forma, el Alavés se encuentra lejos de estar desesperado por fichar y evita que los clubes vendedores inflen los precios de sus futbolistas.
La oportunidad de incorporar un futbolista de primer nivel en unas condiciones económicas muy favorables para las arcas del club albiazul se ha convertido en la prioridad absoluta para llenar la única plaza que queda libre en el primer equipo. El perfil que busca la entidad albiazul es el de un futbolista «ofensivo», aunque no necesariamente un delantero. El frente de ataque, de hecho, es una de las líneas más congestionadas, con Christian Santos, Deyverson, Toquero, Sobrino y Manu Barreiro. Las necesidades del Alavés se acercan más al de un jugador que actúe por detrás del ariete, una alternativa para Krsticic.
La defensa y los puestos organizativos y de contención están cubiertos por futbolistas de garantías, en opinión del propio Sergio Fernández y de Mauricio Pellegrino. El club, por tanto, se fija más en un hombre que favorezca la transición entre la defensa y el ataque, algo huérfana durante el verano y, sobre todo, en el choque ante el Atlético, aunque en este caso la dificultad del rival actúa como atenuante. En definitiva, el foco de los despachos de Mendizorroza se centra en encontrar un jugador que entre en juego de forma sistemática. Es decir, que fácil de localizar sobre el césped por sus compañeros y dé criterio y pausa al ataque albiazul.
Vuelta de tuerca
El Alavés mostró en la primera jornada un gran nivel de compromiso y una solidez defensiva de altura, lo que Pellegrino considera los «cimientos» de su proyecto. En este punto, no obstante, el club albiazul cree que la calidad de la plantilla necesita una vuelta de tuerca para reducir los posibles agobios al final del campeonato, y que el vestuario agradecería un futbolista de primera clase, reconocible por su talento y de cierto renombre.
Más allá de esa última incorporación, el trabajo que ha llevado a cabo la nueva dirección deportiva del Alavés ha contentado a Pellegrino, que se ha mostrado de acuerdo con los jugadores que le han brindado. Sergio Fernández y sus colaboradores, sin embargo, intentarán apuntalar aún más el nuevo proyecto albiazul en Primera. «Partimos de la base de que toda la plantilla es imperfecta», aseguró ayer el director deportivo. Al menos, a falta de una pieza de primer orden para completar el puzle de la permanencia.
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