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Iñigo Miñón
Viernes, 3 de junio 2016, 22:14
El Deportivo Alavés ya ha cruzado la meta, ha alzado los brazos en señal de victoria y ha regado de champán a sus aficionados. Pero aún hay Liga. Y cosas en juego. Menores en el caso del equipo albiazul, que quiere poner la guinda a ... una temporada extraordinaria con el título de Liga de Segunda División, que, de paso, supondría un buen pellizco económico para las arcas de Mendizorroza, unos 400.000 euros de diferencia favorable respecto a acabar segundo. Mayores para los otros equipos implicados en la lucha por el ascenso, el Nástic, rival vitoriano esta tarde (Nou Estadi, 20.30 horas), y el Leganés, que a la misma hora visita al Mirandés en Anduva.
Las cuentas son claras. Al Alavés le basta un empate para proclamarse campeón; en caso de derrota, debe esperar que el conjunto madrileño no gane en el estadio rojillo. Y José Bordalás anuncia «un equipo lo más competitivo posible», pero habrá variaciones respecto al once más habitual. Una incógnita. «Puede haber algún cambio, pero sobre todo porque hay jugadores con molestias desde hace tiempo, que han estado aguantando estos últimos partidos con infiltraciones y no vamos a asumir riesgos de que pueda haber una lesión», argumenta el entrenador alavesista, que quiere competir por el título y para evitar cualquier tipo de especulación sobre la profesionalidad de sus futbolistas en un escenario delicado, ya que serán examinados con lupa por los aficionados locales y los seguidores del Leganés, tanto por exceso como por defecto.
«No espero nada del Alavés»
El Nástic debe ganar y esperar un tropiezo pepinero en Anduva. El entrenador grana, Vicente Moreno, apela a la profesionalidad del Mirandés, pero quiere mirar sobre todo a su equipo, donde deberá mover ficha por la ausencia de Aburjania, convocado para dos amistosos con la selección de Georgia. Y al Leganés le vale con ganar en el campo rojillo, depende de sí mismo ante un rival que no se juega nada.
«No espero nada del Alavés en la última jornada», dijo su entrenador, Asier Garitano. Es más, «a ver si el Nástic nos echa una mano y acabamos campeones», precisó el técnico guipuzcoano, que quiere restar tensión. «Es hacer lo que hemos hecho durante diez meses, no es nada diferente. No siento ninguna presión, ni es el partido de nuestras vidas. Es uno muy importante porque podemos conseguir el objetivo del ascenso directo, de ser campeones. Así lo afrontamos, con la mayor de las tranquilidades dentro de lo que cabe y esperando que tengamos un buen día».
En el apartado puramente futbolístico, Garitano valoró positivamente la presencia de Alexander Szymanowski después de que Apelación estimara el recurso por la amarilla que vio ante el Llagostera: «Me había hecho a la idea de que no podía jugar. El equipo con él o sin él estaba preparado para poder jugar pero es un jugador importante para nosotros y nos hemos llevado una alegría. No esperaba que le pudieran quitar la amarilla y bienvenido sea». A eso de las 22.15 horas se conocerá el acompañante albiazul a Primera.
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