Fernando Ruiz de Esquide
Jueves, 26 de mayo 2016, 20:50
Un «nervioso» José Bordalás analizó la sufrida victoria del Alavés con las tripas. El técnico alicantino, aún golpeado emocionalmente por los vaivenes del choque destacó, ante todo, la capacidad de sus jugadores para resurgir en el peor momento. «Cómo cambia el fútbol», arrancó. «Al descanso ... llevábamos una diferencia de dos goles, con ocasiones incluso para hacer alguno más. Ha habído un penalti clarísimo a Toquero que no nos ha pitado. Y, luego, nada más empezar el segundo tiempo nos pitan otro en contra que detiene Pacheco». En esos momentos, «anímicamente nos recuperamos, pero llegó la jugada del 1-2, el segundo penalti, el empate y el partido se veía muy negro. Pero este equipo tiene una raza, un orgullo y una energía fuera de lo normal». El Alavés marcó el 2-3 y «tuvimos que defender y sufrir para lograr una victoria importantísima. Hemos superado todas las adversidades que se han dado para conseguir tres puntos muy importantes», destacó.
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A Bordalás le preguntaron si vio peligrar el triunfo hastra el final, cuando el Bilbao Athletic no dejabva de correr y el Alavés tenía dos jugadores menos en el campo. «No ha sido apto para cardiacos. Hemos sufrido todos muchísimo, nos hemos visto al borde de perder una oportunidad de ganar cuando ya habíamos encarrilado el partido en el primer tiempo. Pero es que este equipo tiene una forma de trabajar y unas pelotas así de gordas», dijo el entrenador sin poder contenerse. «Lo tengo que decir muy claro. Estamos por méritos propios en lo más alto, pero aún tenemos que dar el último paso, el último jalón».
A partir de ahí, Bordalás recuperó el discurso prudente de las últimas semanas. «Lo llevo avisando, hasta que no se consiga matemáticamente no hay nada. Quedan dos partidos y mucho en juego. Hay que esperar». El alicantino está seguro de que el domingo la afición volverá a empujar «como lo ha hecho todo el año. Queda el último esfuerzo, a ver si lo logramos en Mendi».
El criterio arbitral
Víctor Laguardia quiso destacar los elementos positivos de la victoria, pero no se pudo contener al denunciar una diferencia de criterio arbitral entre los contactos del Bilbao Athletic y los del Alavés. «Ha sido así, pero hemos sacado la rabia y se ha podido remontar. El trabajo tiene su recompensa. Estoy muy contento, pero el domingo viene otro partido muy importante y no podemos dejar pasar la oportunidad».
Laguardia, expulsado por dos tarjetas, reconoció que la «primera es amarilla, pero la segunda, no. Se tropieza él. Había sido mucho más clara la acción de Toquero que no pitó el árbitro. Al final hemos ganado contra todos. Pero nos quedan tres puntos y esto aúnno está acabado», dijo el central.
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