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Iñigo Miñón
Lunes, 9 de mayo 2016, 07:43
El árbitro pitó el final del partido y Mendizorroza estalló en una celebración pendiente de varias semanas atrás. La de la liberación. Aficionados, jugadores, cuerpo técnico... Juntos, felices, desahogados, aliviados. Conscientes todos de lo que suponía volver a ganar en casa, una premisa obligatoria para ... mantener el sueño del ascenso a Primera División, más vivo que nunca. «Esto nos libera y nos da confianza», reconoció José Bordalás. Más aún cuando, mediada la tarde, llegaron los ecos de lo ocurrido en Butarque. El empate del Leganés en casa ante el Numancia (2-2) le sirve al equipo albiazul para recortar dos puntos al líder. Ahora, la cabeza de Segunda queda con 64 de los madrileños y los 62 de los vitorianos, ambos en las dos posiciones de ascenso directo.
Con su triunfo sobre el Valladolid, el Alavés mantiene los dos puntos de renta que ya ostentaba sobre el tercero, que sigue siendo el Nástic (60), el primer en puestos de "play off". Pero la mejor noticia para el cuadro albiazul tiene que ver con el aumento de su ventaja sobre el séptimo, ya fuera de la promoción. El Alavés la ha elevado a siete puntos. El Girona, que es su ocupante, suma 55 después de perder en Córdoba. Los mismos que llevan los andaluces, el Alcorcón, próximo rival vitoriano, y el Elche. Estos cuatro están a solo un punto del sexto.
«Hacía falta, llevábamos muchas semanas sin ganar en casa, el equipo lo necesitaba y la afición se lo merecía», precisó el técnico albiazul José Bordalás, muy satisfecho con el «gran partido» que hicieron sus jugadores. «Hemos sido superiores al rival, hemos llevado todo el peso del encuentro en la primera parte, hemos generado ocasiones y hemos llegado al área. En la segunda hemos insistido y hemos tenido al acierto», explicó.
Pero llegó el empate. Un jarro de agua fría para un equipo al que le cuesta marcar. «Con algo de fortuna, se molestaron los dos centrales y el rebote les queda a ellos. Un golpe importante para el equipo, con lo que nos estaba costando hacer gol, pero nunca se vino abajo anímicamente. Hemos tenido unos momentos de desconcierto, pero con ayuda de la afición el equipo se ha rehecho y el gol hace justicia al partido», apuntó Bordalás.
Contento también por el buen funcionamiento de los cambios. Manu Barreiro y Sergio Llamas marcaron y Abalo participó en la jugada del segundo tanto. «Estaban todos enchufadísimos, me alegro mucho por ellos y es importante para el equipo estar al máximo nivel porque queda lo más importante y lo más difícil».
«Seriedad y ambición»
Cinco jornadas para un ascenso. Tres fuera Alcorcón (domingo, 19.15 horas), Bilbao Athletic y Nástic y dos en Mendizorroza Ponferradina y Numancia. «Va a ser muy complicado, a todos nos cuesta mucho ganar, pero vamos a jugar con la misma seriedad, orden y ambición que hemos tenido durante todo el campeonato. A disfrutar brevemente de esta victoria y a seguir trabajando», concluyó Bordalás.
El equipo vitoriano sigue segundo en la clasificación. Y ayer volvió a demostrar carácter para mantener esa plaza de privilegio que el Nástic le había quitado momentáneamente el sábado. Como cuando ganó en Córdoba (1-2) y con el mismo guión, recuperándose después del empate del rival. Fortaleza mental. El conjunto catalán sigue siendo la principal amenaza clasificatoria, a dos puntos de la escuadra dirigida por Bordalás.
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