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Iñigo Miñón
Lunes, 4 de abril 2016, 06:27
«Es una victoria de equipo, de solidaridad, trabajada, como tenemos que ganar nosotros». Declaración de intenciones de Manu García. Y la visión más realista de lo que es el fútbol profesional. «No estamos para jugar bonito, estamos para ganar», subrayó el capitán albiazul. Asumiendo ... que el partido de ayer en Albacete no fue «el más vistoso del mundo», pero dejando claro que los objetivos también se fraguan así. «Seguro que el que es del Alavés lo disfruta», zanjó el centrocampista vitoriano.
Fue un triunfo de «mucho sacrificio» en el que el conjunto babazorro supo «esperar la oportunidad». El Alavés más pragmático. Virtud de líder. «Hemos aguantado bien la primera parte, igual hemos estado precipitados en algunas situaciones y nos ha faltado algo de pausa en ataque», explicó el capitán. «Pero en la segunda no nos han generado nada y se trataba de encontrar nuestro momento». Llegó. «Y la seguridad defensiva nos da el partido».
Un triunfo para soñar. Segundo consecutivo, tremendo impulso clasificatorio. «Euforia, ninguna», destacó Manu García. «Llegamos mejor que nadie, pero tenemos cercana la experiencia de la mala racha», argumentó. Eso sí, ya mira a lo más alto, aunque sea de reojo. «Mendizorroza debe ser un fortín, hacemos un llamamiento a la afición porque si sacamos adelante el partido ante el Tenerife estaremos cerca de un momento increíble. Si ganamos nos vamos a ir muy arriba», concluyó.
El dolor de Carpio
En similares términos se expresaron dos de los principales protagonistas de ayer. «Tenemos una oportunidad única, la Segunda está muy igualada, pero estamos en una situación privilegiada», dijo el goleador, Manu Barreiro, en los micrófonos de Movistar +. «Es el sino del equipo, sin sufrir no se gana un partido en esta categoría. Si logras el objetivo nadie se acuerda de cómo has jugado, sino de que lo has logrado», precisó Carpio, que volvía al equipo tras cinco semanas en el dique seco por una luxación de hombro. «Molestias voy a tener mucho tiempo porque tengo los ligamentos rotos y es normal en algunos movimientos», explicó.
El capitán no podrá ser de la partida el próximo el domingo, ante el Tenerife, después de ver en Albacete la quinta amarilla de su segundo ciclo de tarjetas. Fue en el minuto 72 del partido, por «jugar el balón con la mano cortando una acción del equipo contrario», según el acta arbitral. Su ausencia puede variar la configuración táctica utilizada por Bordalás en los dos últimos partidos, con tres hombres en el centro del campo, aunque en ambas ocasiones ha sido fuera de casa y en Mendizorroza podría volver a apostar por jugar con dos en esa zona -a priori, Mora y Bernardello- y tres futbolistas más creativos por detrás del punta. Quedan apercibidos Estrada y Toquero, que ayer vio la novena amarilla.
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