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Manu Barreiro se seca el sudor de la cara con la camiseta naranja del Deportivo Alavés.
La encrucijada de Manu Barreiro
DEPORTIVO ALAVÉS

La encrucijada de Manu Barreiro

El delantero gallego tiene el deber de reivindicarse ante el Nástic después del toque de atención recibido en Soria

Iñigo Miñón

Viernes, 15 de enero 2016, 00:12

Manu Barreiro o David Torres. Es la incógnita albiazul para suplir al lesionado Toquero. Hasta hace una semana nadie habría tenido la duda, el elegido habría sido el delantero gallego, como ocurrió ante el Mallorca, cuando el vitoriano cumplió sanción. Pero los cambios realizados por José Bordalás en Soria han generado cierta incertidumbre. En Los Pajaritos fue el alicantino el elegido para suplir al dañado punta titular en el descanso. Sorprendente, cuando hasta entonces solo había disputado tres minutos en la Liga, el descuento ante Osasuna.

¿Un cambio de planes en la rotación o un toque de atención a Barreiro? Simple decisión técnica, en función del rendimiento semanal, según la versión oficiosa. Puntual, a priori. Pese a todo, es el gallego el que parte con más opciones de jugar de inicio ante el Nástic. Con la lupa sobre su cabeza, eso sí. Y el deber de reivindicarse en un momento particularmente delicado dentro de una temporada individual ya dubitativa de por sí. Es la encrucijada de un delantero que la pasada campaña brilló con la camiseta albiazul hasta ganarse la renovación hasta 2017 en un club poco dado a esos vínculos tan duraderos.

Lesionado durante la pretemporada, en la que solo pudo trabajar una semana junto al grupo, le costó coger el ritmo. No ha terminado de encajar en el equipo en ningún momento, en realidad. «No he estado a mi nivel», reconocía abiertamente acabando octubre. Ha participado en quince de los veinte encuentros disputados, pero de manera residual en muchos de ellos. Solo 483 minutos, el 27% del total, y ningún gol, el mayor lunar posible para un ariete que vive de tal suerte y que el anterior curso marcó once en su debut en Segunda.

Poco protagonismo. Solo tres presencias en la alineación titular -Almería y Leganés junto a Toquero y Mallorca en lugar del vitoriano-. Y notoriedad menguante en el equipo. En las últimas ocho jornadas, lo que dura la impresionante racha que ha llevado al conjunto babazorro a lo más alto de la tabla, solo ha aparecido en cuatro y únicamente 115 minutos, el 16%. Y en las últimas cinco, desde su titularidad ante el conjunto bermellón, solo 30, el 7% de los disputados.

Dos encuentros sin actuar

Jugó un buen cuarto de hora frente al Alcorcón, en el que posiblemente fue el partido con mejores sensaciones particulares de la temporada. El único, posiblemente, en el que aportó desde el banquillo los matices diferenciales que le demanda el equipo, más allá del gol. Control, juego de espaldas, balones aéreos, pausa, remate... Era el 12 de diciembre y por fin parecía asomar el Manu Barreiro de la pasada temporada. Más vale tarde que nunca. Pero una semana después, en otro cuarto de hora de juego, volvió a lucir gris en Ponferrada. Y después del parón liguero ha permanecido inédito. No participó en el claro triunfo ante el Bilbao Athletic y tampoco en Soria, donde fue adelantado por David Torres en lo que parecía un claro mensaje personal.

La situación no es nueva para él. La pasada temporada también le costó mucho, en un peaje de cambio de categoría marcado por los altibajos, y terminó por darle la vuelta. También recibió toques, incluso públicos, por parte de Alberto y reaccionó para explotar como un talentoso delantero asociativo y rematador que, además, aprendió a trabajar en la presión. Pero la campaña avanza, el domingo termina la primera vuelta y el hecho de que en el último encuentro jugara en su lugar un compañero casi desahuciado le coloca en una encrucijada ante el Nástic de Tarragona.

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