El día de la confirmación

«Sumar tres puntos en casa es importante, pero sabemos que no va a ser un partido fácil, ni mucho menos», apunta lacónico José Bordalás, en un tono neutro que parece querer frenar la ilusión generada en torno al conjunto. Cautela, stop a la euforia. Y máximo respeto al rival, «un gran equipo, a pesar de que fuera de casa no ha cosechado los puntos que ha merecido». La escuadra manchega aún no se ha estrenado a domicilio, donde ha firmado dos empates y tres derrotas a pesar de haber marcado seis goles.

En la tabla, decimoquinto, tiene cuatro puntos menos que el cuadro vitoriano, «pero no nos fiamos para nada del Albacete», subraya el entrenador albiazul, consciente de que su equipo y la grada deben mantener la misma intensidad que ante Osasuna (3-0) o Córdoba (3-2) para sacar el encuentro adelante. «Este partido es muy complicado. Lo vivimos contra el Mirandés o el Leganés, que a lo mejor no tienen el nombre que pueden tener otros que han estado recientemente en Primera División, pero son capaces de crearte serias dificultades», avisa el alicantino.

Incomodar al rival

Es baja por sanción Sergio Mora, «un jugador importante», pero no se esperan muchos cambios más. Seguirá Toquero como punta de lanza, Dani Pacheco buscará el desequilibrio entre líneas... La idea, a priori, será la misma que ante el Lugo, un equipo que, como el Albacete, le gusta mandar en el balón. Si el gallego es el equipo de Segunda que más pases da (445 por partido), el manchego es el cuarto (413), con 61 toques más que el Alavés en este apartado. El objetivo es quitárselo, a ser posible en zonas adelantadas, como se hizo de salida en Anxo Carro. Incomodar al rival y hacerle daño con las armas que ya tumbaron a Osasuna y Córdoba.

A Bordalás le gustó el Alavés ante el conjunto verdiblanco, un adversario de calidad que penaliza muchos los errores, pero «hay que intentar ser un poquito más sólidos», apunta, en referencia a los dos goles encajados, una losa que no siempre se va a poder levantar. Luis César Sampedro se abona al mismo discurso. Es el suyo un estilo eminentemente combinativo, pero en las últimas semanas ha introducido mensajes sobre la necesidad de «destruir más».

Sin Jona

Tres derrotas consecutivas y siete goles encajados -Leganés (3-2), Zaragoza (1-3) y Osasuna (1-0)- moldearon recientemente la idea del técnico gallego, dispuesto a encontrar el equilibrio entre su apuesta por el fútbol de toque y el intento de contener la hemorragia defensiva. Lo consiguió ante el Lugo la pasada jornada (2-0). «No estamos dando respuesta al fútbol que nos hacen los demás y tenemos que evolucionar», dijo el míster del Albacete.

Y pretende confirmarlo en Mendizorroza, donde busca su primer triunfo visitante. «A veces los jugadores se sensibilizan más jugando en casa y piensan que esos puntos valen más, pero no es así», apunta Luis César, que no puede contar con el delantero hispano-hondureño Jona ni los centrocampistas Samu, Adriá Carmona, Mario e Israel, todos de baja por lesión.

Sí viajó Cidoncha, que se ha recuperado de unas molestias musculares, y vuelve tras sanción Javi Paredes, que puede retornar al lateral izquierdo. En ataque, Jason, César y Santi Jara se disputarán dos plazas en las bandas para nutrir de balones a Portu y Rubén Cruz.