La misión de restablecer el orden

Con novedades en ambas partes de la balanza, que atañen a figuras fundamentales en los esquemas del 'Pitu'. El técnico asturiano pierde por sanción a Tomás Pina, el epicentro del juego alavesista, que vio la quinta amarilla en el Coliseum. La continuidad de Manu García en el centro del campo parece asegurada y el puesto del manchego será para Wakaso o Darko Brasanac. A cambio, recupera a Víctor Laguardia, el jefe de la zaga, que se perdió el duelo de Getafe por acumulación de amonestaciones. Y el equipo lo notó, acusando la ausencia de jerarquía que destila el central maño en el eje de una defensa que está pendiente del estado de Ximo Navarro, que ayer entrenó después de estar varios días entre algodones por molestias en el centro ciático -también lo hizo Sivera, aquejado de fiebre en la sesión anterior-.

También asoma Jony. Tras la marcha de Ibai y a la espera de Inui, el extremo asturiano es pieza clave en el capítulo ofensivo y se ha perdido los dos últimos partidos por un esguince de tobillo que ya ha remitido. Ya entrena con el grupo y, aunque su entrada en el once se antoja precipitada después de tres semanas en el dique seco, Abelardo no descarta su inclusión en la convocatoria. A priori, si no media cambio táctico que refuerce el centro del campo con el 'trivote', el ataque vitoriano seguirá encomendado a Sobrino y Burgui en las bandas y la pareja Calleri-Borja Bastón en ataque.

Enfrente, un rival en clara línea ascendente que busca salir de los puestos de descenso. El Rayo Vallecano encadena cuatro jornadas sin perder y ha sumado diez puntos de los últimos doce en juego -tres victorias consecutivas y el empate de la semana pasada en casa ante la Real Sociedad (2-2)-. Después de un inicio de Liga muy dubitativo, la remontada clasificatoria coincidió con el cambio táctico que llevó ante el Levante Míchel, que parece haber dado con la tecla.

La debilidad defensiva había marcado ese mal inicio de campeonato, con el técnico franjirrojo aferrado a un 4-3-3 que parecía innegociable. Ese día cambió a una defensa de cinco, con tres centrales y dos carrileros largos -Advíncula y Álex Moreno-, lo que ha derivado en mayor solidez atrás y una notable aportación ofensiva de ambos laterales, más liberados. Y al Alavés le está costando atacar este tipo de oposición táctica, aunque Abelardo observa matices con los precedentes. «Juegan con un 5-4-1 que en ataque se convierte en un 5-3-2. No es como el Girona o el Sevilla. Es más difícil buscar líneas de pase si se repliegan bien. Ahora están defendiendo mejor», analiza el técnico albiazul.

Con la baja de Elustondo por lesión, Míchel ha dejado en Vallecas por decisión técnica Akieme, Dorado, León, Moreno, Álex Alegría, Javi Guerra y Kakuta. Y vuelve a encomendar sus opciones ofensivas a la pegada de Raúl de Tomás y la creatividad de jugadores como Embarba o Trejo.