Miguel de la Fuente, en la agenda de posibles recambios tras la marcha de Lucas

Ya se han interesado por su situación clubes como el Valencia o el Rayo, pero sin concretar una oferta. Tampoco ha pujado por sus servicios aún el Alavés, pendiente como estaba de los movimientos de salida en su delantera, pero sí existe un notable interés por un punta que da el perfil que busca la entidad vitoriana, el de un futbolista joven que busca sitio en Primera y llegaría a coste cero. Miguel, de 21 años y 1,80 metros, se formó en la cantera del Valladolid (14 goles en su última temporada en Segunda B e internacional sub'19 con España, donde coincidió con el albiazul Iván Martín) y debutó en Primera División con 19 años (9 partidos en la máxima categoría).

El año pasado forzó su cesión al Leganés a través de una cláusula por la que podía salir a préstamo si un club igualaba o superaba su salario con los blanquivioletas tras no alcanzar en Pucela un número de partidos mínimo previo a su último año de contrato. El movimiento acabó en los tribunales, pero se terminó resolviendo de manera amistosa. En Butarque le costó. No fue titular ni una sola vez con Martí, aunque marcó un tanto en Copa. Pero todo cambió con la llegada de Asier Garitano. Salió desde el banquillo en las dos primeras citas con el técnico de Bergara y se ganó la titularidad, respondiendo a esa confianza con cinco goles en trece encuentros, todos en las últimas ocho jornadas del campeonato, jugando un papel clave para alcanzar el play off de ascenso. El entrenador guipuzcoano ya mostró públicamente su deseo de seguir contando con él, pero Miguel quiso apuntar a Primera.

«Esperamos a todo el mundo, pero Miguel ya conoce mi opinión. Se lo dije a él, que debería haber estado con nosotros desde el principio si decidía jugar en Segunda División. Pensará poder jugar en Primera, yo tengo olvidado a Miguel. Ojalá acabé en Primera, nos ayudó mucho, pero si vuelve a Segunda aquí será difícil», dijo Garitano la semana pasada.

En esas está Miguel, que aún espera esa llamada que le permita dar el salto. No es el único nombre apuntado, claro. También está el del senegalés Mamadou Sylla (27 años y 1,84 metros), del Girona, pero el club catalán, ante el interés de varios equipos de Primera (Rayo, Cádiz y Mallorca), pretende renovar al jugador -último año de contrato- o, en su defecto, sacar un traspaso superior al millón.

Sylla, que militó primero en las categorías inferiores del Barcelona, alcanzó el filial del Espanyol y llegó a debutar en Primera con los blanquiazules antes de encadenar un rosario de cesiones que acabó en el Gent belga, donde el verano pasado rescindió para fichar por el conjunto gerundense. El senegalés destaca por su poderoso físico.