¿El primer brazalete negro?

Sabemos que ya en 1910 algunos toreros lo llevaron por la muerte de un compañero. En fecha indeterminada, la costumbre pasó al fútbol, aunque en ocasiones las fuentes hablan de un brazalete y otras de un lazo. Una de las primeras veces –si no la primera– que lo utilizó el Deportivo Alavés fue el 19 de octubre de 1924 en Mendizorroza, en un amistoso contra el Pasayako Lagun Ederrak, tal y como subrayó la prensa: «Los muchachos del Deportivo salieron al campo con un lazo negro por haber fallecido el padre de su compañero Antero. Aprovechamos la ocasión para testimoniar a éste la expresión de nuestro más sentido pésame».

El resultado fue un 0-3 favorable a los pasaitarras, que fueron muy superiores: «Teníamos informes inmejorables acerca de la clase de juego de los muchachos de Pasajes (Guipúzcoa) pero, aun así y todo, nunca sospechamos que llegase a tanto la calidad de ese juego. No puede pedirse más a un equipo. Lo tuvieron todo: cohesión, limpieza y un dominio perfectísimo del balón».

Por el contrario, el Alavés hizo un mal partido, del que apenas se salvó el defensa Quincoces y, según los diversos medios, Castresana o Crespo. En cuanto a Antero, el diario 'La Libertad' señaló que, «a ratos, sin duda desorientado por el desconcierto que allí imperaba, quería ocupar todos los puestos y en cambio abandonaba el suyo, fallando pelotas y mandando pases a destiempo. Sin embargo, tuvo destellos a los que no hemos de regatear al aplauso, y conste que no culpamos a él del fracaso».

Tampoco 'Heraldo Alavés', el otro diario local, valoró positivamente su actuación, aunque sí fue superior a la media: «Si fuésemos a criticar, muy pocos se librarían de nuestras censuras. Solo Quincoces y Crespo, aunque no del todo, y Antero en el segundo tiempo, porque en el primero acompañó a todos en el arte de hacerlo mal».

Frente a las críticas al Alavés, este último periódico no ahorró elogios a los guipuzcoanos. Bajo el titular 'Cómo se juega al foot-ball', escribió: «Vimos ayer una lección de foot-ball y ha sido el de Pasajes uno de los mejores equipos que por aquí han pasado. Seguros estamos de que, si siempre actúan en el campo de juego con el mismo estilo, ocuparán en el campeonato guipuzcoano un puesto principalísimo. Pases por bajo, combinaciones preciosas, juego de cabeza, arrancadas peligrosas, de todo vimos ayer. Acompañado además de nobleza y valentía, muy lejos del juego brutal, que también aquí hemos visto».

Tampoco pudo echarse la culpa de nada al árbitro, que era el llodiano Gorka Urquijo y que tuvo una buena actuación: «El arbitraje del señor Urquijo fue imparcial y, aunque tuvo algunos descuidos, admisibles en quien no es profesional, mereció la aprobación de la concurrencia». Al final, dado que se trataba de un choque amistoso, la afición se quedó con la idea de que se podía aprender del juego del once guipuzcoano y que al Alavés solo le faltaba entrenar más: «Creemos que el resultado de ayer servirá para que los equipiers locales prosigan su plan de entrenamiento, pues no puede conseguirse atracción en el público si ellos no ponen más de su parte. Claro que no es un dato como para alarmarse y asustarse, sino un simple aviso para estar en guardia y tomar más interés por defender los colores del Club Deportivo Alavés».