El Alavés y la familia Adarraga

Entre los hijos de Luis hubo cuatro recordmans de España de atletismo -José Luis, Juan Bautista, Bernardino y Fernando Adarraga Elizarán-. Su hermana Carmen fue capitana de la selección española de baloncesto. En su honor, la Diputación de Gipuzkoa estableció en 2016 el premio Carmen Adarraga para promover la igualdad entre hombres y mujeres en el deporte. La saga continuó en las siguientes generaciones. Por ejemplo, un hijo de Carmen, Juan Luis Irazusta, fue portero del Real Zaragoza entre 1972 y 1983.

Uno de los miembros de esta familia tuvo una estrecha relación con el Deportivo Alavés. Ramón Adarraga Gorrochategui practicó el fútbol, el ciclismo y el atletismo, llegando a ser subcampeón de España de 400 metros vallas. En 1914 vivía en Vitoria, donde preparaba el ingreso en la carrera de Ingeniería. Jugaba como delantero centro del New-Club y practicaba otros deportes. En un mismo fin de semana de agosto de 1914 se proclamó campeón de Álava de ciclismo en pista, venció en una carrera pedestre y jugó dos partidos con el New-Club, contra el Mondragón y el Vergara.

No es extraño el entusiasmo con que 'Heraldo Alavés' hablaba de él ese año, con el léxico propio del momento, en un artículo titulado 'Figuras sportivas': «Ramón Adarraga. He aquí el campeón del domingo. La corpulencia de este joven, honra de la raza vasca, digno athleta de los tiempos griegos, fuerte, sano, simpático, como todos los amantes del sport, merece que le dediquemos cuatro letras». El redactor, que firmaba con el seudónimo 'Champion', hablaba de sus hermanos Luis, el ciclista, «el amo y señor de las pistas y carreteras»; y de Javier, «un verdadero gigante, otro Hércules, inmenso ciclista, gran foot-ballista, excelente luchador, etc., etc.».

El texto se centraba después en su protagonista: «Ley de naturaleza le obligaba a Ramón a ser continuador de esa familia admirable. Su modestia nos impedía verle correr en bicicleta, jugar al foot-ball y correr a pie. Conseguimos que formara parte del primer equipo de balompié del New-Club y en cuantos partidos se han jugado ha podido apreciarse la rapidez y vista que tiene, la resistencia asombrosa que posee para que, durante la hora y media que dura el partido, se encuentre en todas partes y realice arrancadas a velocidad tal que hacen peligrar la meta contraria».

Al año siguiente, Adarraga se trasladó a Madrid para estudiar Ingeniería de Montes, compatibilizando sus estudios con la práctica del atletismo y el fútbol en la Gimnástica Española. A veces visitaba Vitoria en verano y participaba en algunas carreras, ya como representante del Alavés. No obstante, hubo que esperar hasta 1928 para que se incorporara a la disciplina albiazul, justo en la temporada en la que comenzaba la liga, que el club vitoriano iba a disputar en Segunda. La marcha de Walter Harris al Málaga había dejado al Alavés sin entrenador. El elegido en principio para sustituirle era el exjugador del Barcelona José Planas, que finalmente fichó por el Racing de Ferrol.

Como solución de recambio, se anunció que el nuevo técnico babazorro sería Ramón Adarraga, que a la vez tendría ficha de jugador amateur, compatibilizando ambas funciones. Por si fuera poco, casi al mismo tiempo se convirtió en concesionario para Álava de la marca de automóviles Chevrolet con la apertura de un local en la calle Independencia. Sin embargo, la estancia de Adarraga en el Alavés fue fugaz, debido a una serie de complicaciones que merece la pena explicar con detalle en esta misma sección la próxima semana.