Martín Aguirregabiria vive sus primeras horas como exalbiazul. Cierra una vida vestido de azul y blanco un joven de 26 años con la cabeza muy asentada y con un entorno que desde niño le ha inculcado unos valores que luego los ha llevado a la ... práctica como futbolista. Por eso se muestra agradecido a quienes han estado junto a él compartiendo los diferentes vestuarios primero de Ibaia y después de Mendizorroza. Su caso es un 'rara avis' dentro del Deportivo Alavés, un alavesista de cuna que ha pasado por todas las categorías del equipo babazorro hasta asentarse en el primer equipo, con el que ha disputado 129 encuentros ligueros en cinco campañas. Más que satisfecho con su trayectoria en Primera División, reconoce que su rendimiento no ha sido el esperado esta temporada pasadaal tiempo que medita dónde jugar el próximo curso.
- ¿Cómo está?
- Bien, tranquilo. Disfrutando de los últimos días de vacaciones. He conseguido desconectar estas semanas, estar con los amigos y la familia o viajar con mi novia.
- Lo habrá agradecido tras el complicado año que ha vivido.
- Desde luego. Lo psicológico en la élite es importantísimo. Hemos pasado tramos difíciles mentalmente estas temporada y se agradece cargar pilas.
- ¿Han sido estas últimas semanas un tanto extrañas para usted?
- Por supuesto. He vivido momentos que nunca me habían tocado, como un descenso. También de esos aprendes y maduras, vienen bien.
- Porque hasta ahora había vivido la cara más amable del deporte.
- Cierto. Ahora, ha sido vivir un descenso y con el Alavés. Hemos estado unas campañas en el alambre peleando y este año no ha podido ser. Es un fracaso, pero lo voy a tomar para aprender y saber qué debo hacer en cada momento.
- ¿Cuándo se hizo a la idea de que el partido del Cádiz era el último vestido de albiazul?
- Sabía que mi contrato acaba el 30 de junio y podía imaginármelo. Tuve la oportunidad de jugar, aunque no pudimos ganar. Aún y todo fue un partido emotivo y guardo buenos recuerdos de ese choque. Intuía que podía ser mi último encuentro, sí. Fue emocionante y siempre recordaré ese momento de despedida, con mi familia, mi chica e incluso mi madre que no suele ir a Mendizorroza.
- ¿Esperaba otra forma por parte del club para comunicar su adiós?
- Bueno, han esperado al último día para decirlo. Me hubiese gustado que la despedida hubiera sido más cálida.
- ¿Se ha perdido cierta empatía en un fútbol tan profesional?
- Espero que no. El romanticismo en el fútbol tiene que mantenerse. He podido vivir algo que muy poca gente experimenta, jugar en el equipo de tu ciudad desde los 12 años. Ha sido un orgullo defender este escudo más de la mitad de mi vida y jugar en Primera con el Alavés. Es algo que siempre recordaré.
- ¿Pensó en algún momento que con 26 años iba a jugar 129 partidos en la máxima categoría?
- Para nada. Recuerdo que de pequeño les decía a mis padres que me gustaría vivir del fútbol unos años, pero siempre me han inculcado que hay que estudiar. He podido llegar a la élite y es algo circunstancial. Con un partido en Mendizorroza me hubiese conformado desde pequeño y he podido disputar más de cien. Es como para estar contento.
Valores y entorno
- ¿Recuerda el día de su debut?
- Por supuesto. Fue en Copa del Rey y tres días más tarde en Liga ante el Girona. Fueron encuentros de gran intensidad y nunca los voy a olvidar.
- ¿Qué queda de aquel Martin?
- Los valores. Me recuerdan quién soy y de dónde vengo. Eso debe permanecer siempre y es algo transferible a la vida misma y al fútbol. Mi entorno sabe quién soy y me conocen, por eso me quieren. Les debo a ellos todos estos años en el Alavés.
- Echa la vista más atrás aún, a su primer día en Ibaia con doce años y, ¿qué se le pasa por la cabeza?
- Recuerdo muchos a mis compañeros, hice grandes amigos desde infantiles hasta la etapa juvenil. Me quedo con el trato con entrenadores como Aitor Orueta, Xabi Ocenda o Roberto Ochoa, preparadores físicos, fisios, utilleros…En el filial mantengo relación como con Paulino, Asier Benito o Erik. A todos ellos les estoy agradecido.
- ¿Qué supuso para usted debutar con la selección española sub'21?
- Te encuentras con gente de tu misma edad y que venían de grandes equipos. Fue una sorpresa ir convocado y luego ganar el europeo. También queda para toda la vida. Me refuerzo mucho recordando todo eso.
- Que en un club como el Alavés alguien como usted pase por todos sus equipos tiene muchísimo mérito, ¿no?
- Sí, cuando estaba en el fútbol base no pensaba tanto en eso. Ahora más en frío lo pienso y tal vez resulte más extraño y tenga más valor lo que he conseguido. Sé que es difícil alcanzar algo así.
- Con el currículum que se ha labrado aquí, ¿dónde se va la próxima temporada?
- En cualquier equipo, disfrutando del fútbol. No me cierro a estar en España, estoy abierto a viajar fuera. Mi novia Irune vendría conmigo y eso sería un gran apoyo. Es ver este deporte de otra manera a como lo he hecho hasta ahora.
- Ha desechado alguna oferta de Portugal.
- He tenido algunas cosas, sí. Hay que valorar todo bien, qué es lo que te llena más y estudiarlo con la familia.
«Soy autocrítico, no he dado el nivel»
- ¿Con qué entrenador se queda de su etapa como albiazul?
- Es difícil porque con todos aprendes. En el primer equipo con el 'Pitu' porque me dio la oportunidad y siempre ha estado agradecido a mí y yo a él. Calleja ha sido diferencial porque he aprendido otras cosas y me apoyó de una forma que otros no habían hecho, reforzándome positivamente y haciéndome ver qué tenía otro fútbol. Me gustó mucho su forma de trabajar y la de su staff. Es un gran entrenador.
- ¿Y compañeros?
- (Risas). Hay muchos, pero Laguardia, Manu o Pacheco son con los que más relación he tenido. Siempre me han cuidado desde que debuté y son grandes personas. Con Sivera tengo una gran relación y con Pere, Rioja o Duarte también me quedo. A Pina y Ximo siempre les he podido preguntar cualquier cosa y apoyarme en ellos.
- ¿El descenso de esta temporada era la crónica de una muerte anunciada?
- Durante estos años hemos tenido momentos que parecía que estábamos muertos. Cuando vino Calleja estábamos últimos y en los últimos diez encuentros sacamos puntos de Europa. El anterior año nos salvamos en campo del Betis. Fueron momentos complicados y con mucho estrés y ansiedad.
- ¿Qué ha faltado esta vez?
- Soy autocrítico y no he dado el nivel que tengo. Creo que como el grupo en sí. Eso afecta y los pequeños detalles marcan la diferencia.
- Lo que es poco sostenible es tener dos o tres entrenadores cada temporada.
- Desde luego. Me acuerdo cuando vino el 'Pitu' el siguiente año hicimos una primera vuelta de récord. Dar continuidad siempre es bueno, aunque nosotros no tomamos las decisiones. Hemos tenido muchos entrenadores y yo me quedo con un poco de cada uno.
- Entonces, ¿por qué este año siguiendo Calleja al inicio el equipo no termina de arrancar?
- No nos salían los resultados al principio, me acuerdo del día del Betis o el Mallorca en casa. Luego tuvimos una dinámica mejor tras ganar en Cádiz, pero luego se torció. La plantilla trabajaba muy bien con él y con su staff.
- ¿Volveremos a verle vestido de albiazul?
- Nunca se sabe. No lo descarto. Una persona que ha jugado desde los doce años con la misma camiseta, 'Mendi' siempre será mi casa. Ahora viviré el Alavés de otra manera.
- ¿Se ha sentido querido por la afición?
- Mucho, la verdad. Ha sido increíble el apoyo que nos han dado estos años. En la pandemia se vio que no sacábamos tantos puntos en casa al no tener ese aliento de la grada y siempre le estaré agradecido también al público de Mendizorroza.
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