Manu García ficha por el Aris Limassol chipriotra

Después de que el Alavés decidiera no ofrecerle su renovación, una decisión de la que Calleja se desentendió en su última entrevista, Manu García recibió varios ofrecimientos desde Malta y Grecia. No fructificaron, pero fueron el detonante para empezar a barajar abandonar el fútbol español. El centrocampista de 35 años se compromete por una temporada, aunque ni él ni su nuevo equipo han anunciado la extensión de su contrato.

Una nueva cultura y un fútbol diferente son los alicientes para hacer las maletas y mudarse a miles de kilómetros de su Vitoria natal. En concreto, a la ciudad de Limassol, la segunda más extensa del país, bañada por el mar Mediterráneo y con gran tradición turística. Un lugar agradable en el que «disfrutar del fútbol» y seguir compitiendo. En aquella liga, de hecho, hay varios jugadores que han llegado estos años procedentes de España, como el central guipuzcoano Mikel González o Eneko Bóveda, anteriormente jugador del Eibar, Athletic o Deportivo de La Coruña. No coincidirá con ninguno de ellos en el club, donde solo compartirá vestuario con un hispanohablante, pudiendo así practicar su inglés.

Esta será su primera experiencia en el fútbol internacional tras iniciar su trayectoria profesional en el Sanse. Girona, Real Unión, Eibar y UD Logroñés fueron sus próximos destinos antes de aterrizar en el Alavés, el equipo de su vida. De la General saltó al césped de Mendizorroza, donde se convirtió en héroe ascendiendo desde Segunda B a Primera, salvación milagrosa en Jaén incluida, y marcando goles emblemáticos, como el de Lasesarre o el del Calderón, para la historia albiazul.