Luis García moldea la delantera del Alavés

Todo ha cambiado ahora. Regresó Sylla, llegó Asier Villalibre y, tras un período de baja de mes y medio, volvió también Miguel. En las últimas cuatro jornadas el técnico albiazul ya ha podido disponer de los tres simultáneamente. Un desahogo táctico que le permite cambiar de sistema y jugar con dos delanteros. Más una variante en función del color del partido que un propósito de inicio, según dijo el propio entrenador, aunque ha sido ésta la fórmula más utilizada en esos cuatro partidos.

La dupla formada por Villalibre y Miguel ha sido la ecuación preferida de Luis García, que ha recurrido a ella en 135 de los 360 últimos minutos de competición (37%). Condicionado por los resultados momentáneos, claro, puesto que han sido cuatro partidos en los que el Alavés se atascaba ante el marco contrario y sólo ha podido hacer un gol, el del sábado ante el Tenerife. Utilizó esa pareja en la segunda parte de Villarreal (1-0), durante 33 minutos, recurrió a ella en casa ante el Lugo en casa en los 32 finales (0-0) y la alineó de inicio en Ponferrada (1-0), donde Sylla relevó al pucelano en el 70.

En orden temporal, las siguientes opciones son Villalibre como único punta (106 minutos), Sylla en solitario (99) –las dos utilizadas ante el Tenerife– y el Búfalo junto al senegalés (20). En este tramo del campeonato sólo faltan por probar Miguel y Sylla juntos –ya jugaron en Ibiza, en la jornada 3, hasta la lesión del africano– y el pucelano como única referencia, la tónica habitual durante la primera parte de la temporada.

Es Asier Villalibre el que, con los cuatro delanteros disponibles, ha tenido más minutos (261), titular ante Lugo y Ponferradina y recurso en la segunda parte frente al Villarreal y el Tenerife. Ante los chicharreros tuvo un mano a mano con Soriano que no supo aprovechar, pero mejoró notablemente las prestaciones anteriores de Sylla. Peleón, faro en el área, bien en el juego de espaldas. Movimientos de delantero. Y protagonista de una jugada polémica en la que el colegiado no quiso ver penalti, igual que una semana antes en El Toralín.

El delantero vizcaíno, cedido por el Athletic en el mercado de invierno, tuvo un impacto inicial estratosférico en el Alavés: tres goles en sus dos primeros dos partidos –Eibar y Zaragoza–, en apenas 56 minutos de juego. Ahora lleva 383 sin marcar. «Siempre se dice que hay gente que tiene gol y gente que no tiene gol. Mucho son rachas, hay momentos que fallas sin portero y otros que entran de cualquier manera», explicaba el Búfalo en una entrevista con ELCORREO.

1.684 lleva Miguel, que no ve puerta desde el 1 de noviembre. «He tenido peores rachas, pero jugando con regularidad será la peor. Estoy contento con mi juego, pero tenía que haber aprovechado más algunas ocasiones», decía el pucelano en este periódico. Indiscutible hasta la jornada 23, cuando su tobillo dijo basta, ahora se encuentra con un contexto particular radicalmente diferente, como segundo eslabón (135 minutos en estas cuatro jornadas) de una competencia desconocida para él en el presente ejercicio.

El tercero es Sylla (119), aunque fue el elegido para formar en el once inicial en el último compromiso liguero. Trabajador, pero desacertado. Ni siquiera atinó en el juego a los espacios, su principal virtud, la que más le diferencia de sus dos compañeros. Ha marcado cuatro goles y forzado expulsiones, pero no termina de encontrar continuidad ni en su juego ni en el equipo.