Luis García instala al Alavés en una calma relativa poco habitual

Su sitio natural, se podría decir, pese a los billetes europeos de Mané o la hazaña copera de Pellegrino. Por eso tiene tanto mérito lo que está haciendo Luis García Plaza con un equipo recién ascendido que no ha pisado los puestos de descenso en 23 jornadas. Porque no han sido tantas las temporadas que el Alavés ha vivido en tranquilidad en Primera. Solo en cinco de sus 17 anteriores experiencias en la máxima categoría el equipo babazorro se había podido permitir el lujo de no visitar la zona roja –descenso o promoción– en todo el campeonato. Y una fue en su estreno, allá por la temporada 1930-31, a las órdenes de Francisco Baonza, cuando únicamente bajaba uno de los diez clubes en liza. Fue el Europa.

Después disfrutaría de esa calma relativa durante las 38 jornadas con Mané, Pellegrino y, a medias, entre Asier Garitano y Juan Ramón López Muñiz. Dos veces con el técnico de Balmaseda: décimo en la temporada 2000-01, la de la final europea de Dortmund, y séptimo en la 2001-02, cuando el Alavés logró el segundo billete continental de su historia. Anecdóticamente, la mejor clasificación albiazul en Primera División, la sexta plaza de la 1999-00, había empezado con el cuadro babazorro en la última plaza en la jornada inaugural.

En el ejercicio 2016-17, al margen de la final de Copa, el entrenador argentino dejó en una meritoria novena plaza a otro Alavés recién ascendido sin pasar por la enfermería de Primera. El mismo logro que firmó la escuadra vitoriana en el convulso curso 2019-20, el que interrumpió la pandemia que dinamitó la regularidad que mantenía con Asier Garitano y parcheó Muñiz cuando un equipo roto se asomaba irremediablemente a un descenso que no llegó a tocar.

En esas está el bravo escuadrón de Luis García, que ha sorteado esas posiciones en las 23 fechas que se han consumido del calendario liguero. Las ha rozado en tres ocasiones –decimoséptimo tras las jornadas 8, 9 y 11–, pero las ha alejado cuando por fin ha logrado traducir en puntos las buenas sensaciones futbolística que transmitía desde el inicio del campeonato. Tierra de por medio con equipos anclados debajo de la frontera como el Almería (las 23 jornadas ahí) o el Granada (20), que han alternado como compañía al Celta (14), el Cádiz (5), el Sevilla (3) y Las Palmas (3), aunque el conjunto canario huyó hace mucho tiempo. Como el Athletic (1), el que completa la lista, que solo pasó por ahí en la jornada inaugural.

Un paso firme apoyado en la fiabilidad del conjunto albiazul en el cuerpo a cuerpo contra los rivales de su zona. Entre los rivales de la mitad baja de la tabla solo Osasuna fue capaz de sumar en Mendizorroza (0-2). Mordieron el polvo Sevilla (4-3), Almería (1-0), Granada (3-1) y Cádiz (1-0). A hispalenses (2-3) e indálicos (0-3) también les batió a domicilio, con empates ante Celta (1-1), Mallorca (0-0) y Villarreal (1-1), próximo visitante de Mendizorroza. Solo Rayo (-0) y Cádiz (1-0) ganaron como locales a un Alavés que en estos duelos suma 18 puntos de 36.