El Lugo, próximo rival albiazul, se encomienda al vitoriano Iñigo Vélez de Mendizabal

El Lugo aterrizará en Mendizorroza con apenas 23 puntos, a doce de una permanencia que marca el Oviedo. Solo tres victorias y ninguna de ellas lograda este 2023. Es el único club de las tres primeras categorías nacionales que no sabe lo que es ganar en el año natural. Su último triunfo data del 17 de diciembre, cuando superó en el Anxo Carro al Granada. La pasada jornada empató en casa ante el Zaragoza. Tras once temporadas consecutivas en la categoría, está cada vez más contra las cuerdas.

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«Si no creyera en ello, no habría venido», dice el entrenador vitoriano

Iñigo Vélez de Mendizabal ya ejerce de entrenador del Lugo. El cuarto de la temporada en el banquillo albivermello tras Hernán Pérez, Fran Justo y Joan Carrillo. «Sé que es muy complicado, pero lo veo posible. Vengo a tratar de ganar cada partido, a que el equipo se sienta cómodo. Con convencimiento, tendremos posibilidad de salvarnos», se presenta el técnico vitoriano, que toma las riendas del conjunto gallego a doce puntos de la permanencia. «Vengo con el objetivo de salvar al equipo en doce semanas. Quiero recuperar el ánimo de la gente, si ganamos van a creer más. No hay otro camino», insiste.

El destino ha querido, además, que su estreno sea en Mendizorroza, en su ciudad natal, ante un Alavés cargado de obligación después de su tropiezo en Villarreal. «El partido en Vitoria será especial», reconoce. Pero no tiene tiempo ni espacio para los sentimentalismos. «Nada mejor que ir allí y ganar. Eso nos va a ir dando las cosas necesarias». Porque el reto que ha asumido requiere de una hazaña. Se trata, más o menos, de sumar en doce jornadas lo mismo que en las treinta anteriores.

«Lo emocional es muy importante, pero lo táctico también. Vamos a trabajar en todas las facetas. A peor no se puede ir, se lo he dicho, pero yo confío en ellos al máximo. Sé que es complicado, soy el cuarto de la temporada, pero vamos a intentarlo», reflexiona Vélez, que ya tuvo contactos con el Lugo en verano y, pese a la dificultad de la empresa, no ha dudado en hacer la maleta ahora. «Si no creyera en ello, no habría venido», concluye.

Esa delicada temporada se ha trasladado a los banquillos. Vélez de Mendizabal será el cuarto técnico del equipo esta temporada. Releva en el puesto a Joan Carrillo, que apenas ha dirigido al equipo en cinco encuentros. El club apostó en verano por el debutante Hernán Pérez, pero fue despedido en noviembre. Entonces llegó al banquillo Fran Justo, revelación copera con el Arenteiro, pero su etapa acabó en enero. Esta temporada también ha caído el director deportivo, el otrora jugador y mito del club Carlos Pita.

Las críticas, más que en los técnicos, se han centrado en el presidente de la entidad, Tino Saqués. Desde su llegada en 2015 el club ha tenido hasta catorce entrenadores -Luis César estuvo al frente del Lugo en dos etapas- y muy pocos han permanecido en el cargo una temporada completa. Esa inestabilidad la ilustra Rubén Albés. El técnico salvó al equipo las dos pasadas temporadas, pero en verano optó por abandonar Galicia para embarcarse, por sorpresa, en el recién ascendido Albacete. Ahora tiene sexto al cuadro manchego.

Vélez de Mendizabal, de 40 años, afronta su segunda temporada en la categoría. Debutó en ella la pasada temporada, con el Amorebieta, al que logró ascender un año antes por sorpresa desde Segunda B. Aunque no pudo concluir el curso. Fue cesado hace casi justo un año, el 8 de marzo de 2022. Una decisión sorprendente, con el equipo peleando todavía por la permanencia. Su relevo, Haritz Mujika, no pudo evitar que el equipo perdiera la categoría.