Lucas Pérez vuelve a asomarse al mercado

No es el mismo caso que el de Joselu, al que en los despachos de Mendizorroza se considera una pieza clave. El ariete de Silleda solo saldrá si llega la oferta que el Alavés ha marcado como adecuada, nunca por debajo de esos parámetros económicos. Con Lucas, sujeto a contrato hasta 2022 y con cláusula de renovación automática por partidos, hay menos condiciones. Nadie en el club duda de sus virtudes futbolísticas. Es uno de los jugadores más talentosos de la plantilla –también de los sueldos más altos–. Pero su actitud en el día a día le convierte en una pieza prescindible.

En este contexto, el coruñés busca una salida que satisfaría a todas las partes. Según informa el Diario AS, el Rayo Vallecano está interesado en sus servicios. Ya vistió de franjirrojo en la temporada 2010-11. También se oyen cantos de sirena desde el fútbol turco, pero Lucas prefiere no salir al extranjero de nuevo –ya jugó con anterioridad en Ucrania, Rusia e Inglaterra–.

Lo que se antoja complicado es que Mendizorroza vaya a volver a vibrar con el delantero que en su primer curso en Vitoria marcó once goles en 27 jornadas (cinco de penalti). El parón del coronavirus lo cambió todo. Desde entonces, entre el final de aquella temporada y la pasada, solo cuatro tantos más (tres de pena máxima). Y un protagonismo decreciente que apartó al punta gallego de los focos futbolísticos para situarle en los extradeportivos. Desde el pasado mes de enero, cuando forzó la situación para tratar de salir del Alavés. Dejó clara su intención de cambiar de aires, pero sin ni siquiera presentar una oferta al club, que, obviamente, se cerró en banda a la posibilidad de dejarle salir sin una compensación adecuada.

Y las posiciones se enquistaron. Incluso con alguna conversación directa entre el jugador y las más altas instancias del club en la que se cruzaron reproches y saltaron chispas. De aquellos barros, los posteriores lodos que le salpicaron la pasada temporada. Primero, unas jornadas en las que Lucas desapareció de las alineaciones y también de algunas convocatorias a consecuencia de sus molestias en el tobillo. Después, los mensajes de Abelardo.

«En el Alavés mi idea es el valor, el coraje, el compromiso, es darlo todo por este club. Y quien no quiere darlo no merece evidentemente entrar en este equipo». Demoledor el 'Pitu' cuando explicó la ausencia del delantero gallego en la convocatoria ante el Atlético, el 21 de marzo. Palabras surgidas del hartazgo del entrenador y del club con el futbolista gallego. Un mensaje público poco habitual que elevó su tono dos semanas después, tras el que sería el último partido del asturiano en el banquillo albiazul. Entonces acusó al jugador de «faltar el respeto» a él «y a los compañeros».

Una herida difícil de cerrar que Calleja trató de coser a su llegada. Lucas fue titular en seis de las nueve jornadas que dirigió el entrenador madrileño la temporada pasada. Y ha sido una pieza más en la pretemporada, en la que ha sido el máximo goleador albiazul con tres dianas (dos de penalti). Pero ya en la previa del estreno liguero saltó una alarma. El club, según el técnico, también rastreaba el mercado de delanteros. Extraño, con Guidetti, Joselu, Hara y el propio Lucas en plantel. El porqué empezó a entenderse en el partido. El gallego no estuvo entre los primeros 16 elegidos. Y, a falta de dos semanas para su cierre, vuelve a asomarse al mercado.