Mikel Uriarte
Domingo, 19 de julio 2020, 21:02
No fue la despedida que pretendía, pero Juan Ramón López Muñiz tampoco quiso ser excesivamente duro con los jugadores que ha dirigido en estas semanas. «No esperábamos este resultado. Sabíamos que venía un rival como el Barcelona con sus figuras y han hecho una ... buena primera parte. A nosotros nos faltó ritmo en ese tramo. El equipo llevaba un año muy duro, con mucha tensión, con el confinamiento y lo que ha sucedido después. No era fácil el partido. Cuando llegaban era palo, paradón de Roberto o gol. Es cierto que no tuvimos la intensidad necesaria para plantarle cara al Barcelona», reconoció.
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El asturiano justificó esa falta de actitud en el cambio de mentalidad de su escuadra una vez conseguido el objetivo. «El jueves se vivió mucha tensión consiguiendo el objetivo y el cuerpo te pide descanso inmediatamente. No es capaz de afrontar un partido 72 horas después con la intensidad que requiere un contrario como este». Tuvo claro, en cualquier caso, que de haberse jugado algo el Deportivo Alavés no habría salido de la manera que lo hizo este domingo. «Es normal que la motivación era conseguir un objetivo y se logró el jueves. Inicias el partido a un ritmo más bajo, pero estoy seguro que si nos hubiésemos jugado algo habría sido un choque más intenso y más duro. Tras conseguir la permanencia y llegar a las cuatro de la mañana a casa supongo que alguno lo alargaría un poco más y dentro de esa situación puede suceder lo que ha pasado hoy. No es agradable, pero vale más que te pase con el objetivo cumplido a que no lo hayas logrado», argumentó el técnico gijonés.
A Juan Ramón López Muñiz se le preguntó también por su futuro y sin, aclararlo abiertamente, prefirió agradecer lo vivido y quedarse a la espera de una confirmación oficial. «Ahora eso es lo de menos. No he hablado con el club de ninguna situación. Tenía claro a lo que venía y para cuántos partidos venía. Les estoy agradecido por darme su confianza en un momento tan complejo como el que se estaba. No sé si me voy a quedar o no, pero estaré eternamente agradecido por volver a Primera y entrenar a un club como este con su historial y afición. Siempre veré al Alavés como si fuera mi equipo, esté donde esté. Me han hecho pasar a mí y a mi familia quince días espectaculares. He sido un hombre muy feliz en esta ciudad».
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