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Se acabó la espera. 152 días después de que el Deportivo Alavés anunciara su fichaje hasta 2028, Facundo Garcés se calzó, al fin, las botas para entrenar por primera vez a las órdenes de Eduardo Coudet. El mercado de invierno abrió sus puertas y ... el defensa argentino se convirtió en futbolista albiazul a todos los efectos tras más de un año de sinsabores. Toda una liberación. «Estoy esperando a enero con muchas ansias para estar con ustedes y defender la camiseta con mucho corazón y pasión», avisó Garcés en diciembre, cuando conoció a sus hoy compañeros. Entonces, no pudo vestirse de corto al pertenecer todavía a Colón. Sí lo hizo ahora.
Los dos grados negativos con los que amaneció Vitoria y que tiñeron de blanco el césped de Ibaia se sentían cálidos para el defensa argentino de 25 años, que a la tercera ha conseguido pisar Mendizorroza. «Jugaron con mis sentimientos, pero voy a ser futbolista del Alavés», confesó Garcés cuando colapsó su fichaje en el pasado mercado de invierno. Colón rechazó todas las ofertas presentadas desde el Paseo de Cervantes en las dos ventanas de 2024.
El presidente del club de Santa Fe, Víctor Godano, explicó que les convenía que el central «se quede hasta diciembre y se vaya libre» por el compromiso que adquirió la anterior junta directiva con Pascual Lezcano, agente del exjugador de Colón Lucas Viatri, cediéndole un porcentaje de la venta de Garcés que ascendía a un millón de dólares. Un extremo que dejó al zaguero en el limbo futbolístico.
El 1 de diciembre de 2023, Garcés fue el capitán de Colón en el duelo de desempate que terminó en derrota (1-0) frente a Gimnasia y Esgrima y en descenso a Segunda del conjunto 'sabalero'. Fue su último partido oficial. Con su salida bloqueada de un club al que llegó en edad juvenil en 2017, sumando 129 partidos y ganando la Copa de la Liga Profesional, Garcés entrenó con el equipo reserva. También lo hizo de forma intensa en solitario para seguir en forma y estar preparado para cuando aterrizara en Vitoria.
«Puede adelantar su llegada a nivel de adaptación, pero no de competición», detalló Sergio Fernández. En diciembre, ya de vacaciones tras acabar la temporada de Colón, Garcés desembarcó en la capital alavesa para acelerar su puesta a punto y su aclimatación de forma ajena al Alavés. Y en el nuevo año, tras semanas de trabajo individual, fue uno más en Ibaia.
El defensa, feliz y emocionado, completó con el grupo las dos sesiones de trabajo, demostrando que en el plano físico está en buenas condiciones para sumarse a la batería de centrales de Coudet. Abqar, Mouriño, Sedlar y Pica tienen ahora más competencia. El vestuario le recibió con los brazos abiertos y Garcés transmitió 'buen rollo', siendo incluso parte del equipo ganador en el partidillo. Con su presentación de hoy (13.30 horas) pondrá punto y final a su calvario. Garcés está listo para la acción.
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