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Abelardo pierde sus alas. La derecha, Ibai Gómez : una salida que, aunque anunciada, merma notablemente el potencial ofensivo albiazul. Deja, al menos, el consuelo de la contraprestación económica. La izquierda, Jony Rodríguez: una pérdida tan inesperada como cualquier lesión. El extremo asturiano sufrió ... una torsión en el tobillo en el entrenamiento del miércoles. Las últimas pruebas médicas que se le han realizado este viernes han confirmado que el centrocampista padece un «esguince grado 2 en el tobillo de su pierna derecha». El jugador será sometido a un tratamiento conservador y su evolución se verá día a día. De momento, es baja para el partido de este sábado en Girona (18.30 horas), donde el Pitu tendrá que improvisar dos nuevas hélices laterales para ese fútbol directo que tan buenos réditos le está dando desde su llegada al banquillo vitoriano.
«Yo no me fijo en la posesión, me fijo más en llegar arriba y finalizar jugadas. En ese sentido, nosotros intentamos ser verticales, llegar por las bandas, meter centros, coger segundas jugadas, volver a atacar...». Así explica su idea el entrenador alavesista. Ahí cobran especial importancia los dos extremos. Ibai y Jony, en este caso. Los dos únicos futbolistas albiazules que han jugado todas las jornadas de Liga junto a Víctor Laguardia, 17 como titulares y una como suplentes. El central maño ha disputado todos los minutos (1.620); en este capítulo, el extremo asturiano es el segundo del plantel babazorro (1.465) y el vizcaíno ocupa el tercer lugar (1.456).
Los dos versos sueltos en esa oda al fútbol solidario y comprometido que ha compuesto el Pitu. Sin desdeñar esas virtudes, Ibai y Jony son los encargados de prender la chispa que hace explotar el trabajo colectivo. La calidad y el depurado golpeo del de Santutxu. La velocidad y el desequilibrio del de Cangas del Narcea, principal vía de ataque. Entre ambos han participado en casi la mitad de los goles albiazules: diez de 21. Dos tantos y seis asistencias del asturiano, dos de ellas al vizcaíno –Valladolid y Vallecas–; tres dianas y dos asistencias del vizcaíno, una de ellas al asturiano –Huesca–.
Es la vasta producción de los extremos que Abelardo pierde de un plumazo. En el caso de Ibai era una marcha esperada, lo que, en cierto modo, puede amortiguar el golpe. En principio, a la espera de movimientos del club en el mercado de invierno a la búsqueda de un repuesto, Abelardo tiene el recambio en Rubén Sobrino, delantero polivalente que ya ha actuado en la banda derecha a las órdenes del asturiano. El manchego fue titular como extremo en la única suplencia del vizcaíno, en Anoeta (0-1), y además fue su relevo en Copa.
También está Burgui, aunque ha actuado más a pierna cambiada por la izquierda. Y Twumasi, pero el ghanés no entra en los planes del técnico (19 minutos en Liga). Una alternativa en caso de necesidad podría ser el adelantamiento de la posición de Martín Agirregabiria, que ya conoce la demarcación en categorías inferiores, con Ximo Navarro en el lateral.
En la banda izquierda, el relevo natural de Jony es Burgui, que fue titular en ese puesto en la única suplencia del asturiano. Fue también el único partido del extremeño en un once inicial de Liga. Y también disputó ahí los dos partidos coperos ante el Girona. A priori, la opción más lógica si Abelardo mantiene en Montilivi el 4-4-2. La alternativa, más incierta, sería Adrián Marín, que en los dos encuentros que ha disputado en Liga, ambos desde el banquillo, lo hizo en esa demarcación, en sustitución precisamente de Jony. Para más adelante, en cualquier caso, si se confirma una baja prolongada del asturiano, ya que el lateral, trabaja al margen del grupo. La semana pasada tenía opciones ante el Valencia, pero un pinchazo muscular sumado a un proceso gripal le apartaron del choque ante los de Marcelino. Ya entrena sobre campo, pero en solitario, por lo que está descartado para Girona.
Una variable más improbable podría ser Wakaso. El ghanés, de lateralidad zurda, actuó en esa posición en el debut de Abelardo en el banquillo albiazul, en Girona, pero desde entonces sus apariciones en esa zona han sido esporádicas en momentos puntuales de un partido. En cualquier caso, el Pitu ha exhibido una flexibilidad táctica que combina el 4-4-2 con el 4-3-3 que, como suele recordar, empleaba en sus tiempos en el filial del Sporting. Con lo que coloquialmente se conoce como trivote, reforzando el centro del campo en fechas señaladas.
Fue el sistema elegido en el Camp Nou en la jornada inaugural (3-0), rescatado para batir al Real Madrid (1-0) y el Celta (0-1) y maniatar al Sevilla en Mendizorroza (1-1). Resultados y sensaciones que, con este dibujo, se truncaron en la visita al Atlético (3-0). Girona no sería inicialmente una plaza destinada a tal efecto, pero el nuevo escenario, con las alas cortadas, puede favorecer esa alternativa, con Sobrino y Burgui escoltando a Calleri o un delantero escorado a banda izquierda.
La sesión de ayer en Ibaia presentó la novedad de Antonio Sivera, que regresó a los entrenamientos después de una semana tras ser ingresado el jueves anterior en un hospital de Vitoria por una infección de garganta que se complicó y derivó en una fuerte gastroenteritis que debilitó al cancerbero. El portero alicantino causó baja ante el Valencia y su puesto en la convocatoria fue cubierto por Álex Domínguez, guardameta del filial. La incógnita es si, con solo dos sesiones con el grupo, Abelardo le hará un hueco en la expedición a Girona. El Pitu tiene las bajas de Jony, Adrián Marín –trabaja al margen tras sufrir un pinchazo muscular el pasado sábado– y Rodrigo Ely, al que, tras una larga lesión de rodilla, el club espera para el próximo mes de febrero.
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