Las paradas del portero y los goles del delantero. El Deportivo Alavés simplificó al máximo el fútbol en El Sadar para lograr un punto (2-2) reconformante bajo la lluvia de Pamplona. El empate ante Osasuna fue balsámico tras una semana convulsa, con cambio de ... entrenador y eliminación copera incluidas.
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Una tormenta de la que sólo queda el eco de sus truenos tras el festival salvador de Sivera y la exhibición realizadora de Kike García, que la lío en su antigua casa. Su pasado en El Sadar de sacrificio y esfuerzo –firmó trece goles en 79 partidos entre 2021 y 2023– le hizo ser ovacionado cuando su nombre retumbó por megafonía y cuando fue sustituido en el minuto 84, con todo el campo en pie. Ya para entonces había dado dos veces en la diana.
«Hemos sufrido. Sabíamos dónde veníamos, lo sé de primera mano. Hemos jugado en un estadio bonito donde se respira fútbol, ante una afición maravillosa que aprieta todo el partido. Hemos competido bien, hemos logrado un punto ante un conjunto que en casa es muy fuerte», sintetizó un Kike García que firmó un doblete ante sus ex completando sus cuatro días fantásticos. Cuatro goles en dos partidos con Eduardo Coudet. 'Póker' de dianas en 150 minutos con el Chacho entre la Minera y Osasuna.
En el Cartagonova, salió en el minuto para llevar al Alavés hasta los penaltis con sus tantos en la segunda parte y en la prórroga. Y permitió a los babazorros marcharse a Vitoria con un punto. Todo un show ofensivo. «Que los delanteros hagan goles es bueno», apuntó un entrenador argentino rendido a su '17'. Y es que en apenas 37 segundos, García ya había silenciado El Sadar. Carlos Martín puso un centro que el exrojillo mandó a la red con un remate en plancha. En el fondo de 'Indargorri' que tantas veces le había coreado 'mojó' Kike, que no celebró el tanto. El ariete pidió perdón a la que fue su hinchada hasta que en agosto de 2023 tiñó su camiseta de color albiazul.
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En los últimos dos encuentros, García ha traducido todo el esfuerzo que lleva de serie en su juego en tantos. Un botín merecido tras cuatro choques 'secó' vaciándose sin premio. Con su doblete, Kike alcanzó los cinco tantos en esta Liga en 16 jornadas disputadas –el atacante ha participado en 15 duelos–, pulverizando los tres que sumó en todo el curso pasado en 33 encuentros. Dos goles con los que llegó a los 50 en Primera en 269 partidos. Alavés (cinco), Osasuna (siete) y Eibar (35) fueron los equipos con los que ha anotado en la élite un García que es el primer manchego que alcanza la media centena de dianas en la máxima categoría. Por detrás quedaron Casquero (43), Iniesta (35)...
Kike García
Delantero del Alavés
«Para un chaval de Motilla del Palancar, del pueblo, es maravilloso. Estoy contento. Ha servido para lograr el empate, pero yo voy a seguir trabajando. No cambia nada. Se lo dedico a los compañeros también por ayudarme a conseguirlo», relató un Kike empapado por la lluvia y por el sudor de un partido de alto voltaje. Un choque en el que dio alas al Alavés junto a las paradas de Sivera, que fue reconocido como hombre del partido, el broche a su inspirada noche. Consiguió sostener al equipo cuando más apretaba Osasuna. Mantuvo vivas las esperanzas de puntuar y desesperó a los rivales. Catena aún busca explicaciones a esa parada imposible.
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«Cuando el portero rival es el MVP ya te quiere decir algo», reconoció Vicente Moreno, entrenador del conjunto navarro. «Estoy disgustado con el resultado, esa es la realidad. Lo normal era haber ganado», llegó a afirmar. Lo habrían conseguido de no ser por el muro que el meta de Jávea levantó desde el momento en el que pisó el verde. Que el Alavés se adelantase tan pronto en el marcador auguraba una tarde laboriosa. No hay que olvidar que Osasuna mira a Europa. Y tarea tuvo.
«Sivera es un gran portero. Vamos a necesitar mucho de su capacidad», le elogió Coudet, quien ya sabe que tiene un guardaespaldas bajo palos. «Se comportó muy bien en el juego aéreo, que es difícil de contrarrestar si no tienes un portero valiente». No obstante, el técnico argentino quiso reconocer el trabajo de todo el equipo. «Me gusta más hablar del grupo». Pero no pudo evitar aplaudir lo obvio, lo que todo el mundo vio. «Tuvo un par de paradas importantes».
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Eduardo Coudet
Entrenador del Alavés
Si bien las cifras hablan de seis intervenciones, lo cierto es que el partido le obligó a estar en tensión durante los 90 minutos. Solo así se entiende que en el minuto 52 reaccionase de manera tan ágil al tiro de Catena. Uno aún busca resolver ese truco de magia que mostró. Un disparo a bocajarro y a contrapié al que respondió con ese as que tenía bajo la manga para desviar el balón a córner. Tan clara era la ocasión que en las gradas durante unos instantes se seguía celebrando el tanto. Pero no, lo dejó en intento.
Más importante resultó la segunda salvada de categoría. Minuto 84 del partido, con empate a dos en el marcador y el equipo luchando por no dejar escapar el botín. Un punto clave en un estadio complicado. Esa fe que el meta albiazul demostró para no dar por perdido el disparo de Raúl García. Un centro lateral que dejó al delantero rojillo con la meta vacía. Y de la nada apareció el de Jávea para desviar el tiro con una estirada de póster. Se relamía Osasuna, pero no conseguía hincar el diente a un guardameta que debutó como capitán. Una muestra más de su importancia para el equipo. Como la de Kike. Un dúo para la esperanza albiazul.
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