Alavés

Kike García: «Para meter goles mejor que Samu se fije en Haaland que en mí»

Iñigo Miñón

Vitoria

Viernes, 1 de marzo 2024, 14:12 | Actualizado 17:02h.

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Kike García transmite alegría. En cada respuesta, en cada reflexión. «Todos los que formamos el Deportivo Alavés somos una familia. Disfruto del día a día y, me toque jugar más o menos, me siento importante e intento transmitir las ganas y lo bonito que es seguir otra temporada en Primera División», argumenta con una sonrisa el delantero albiazul. Sensato cuando toca, bromista cuando lo demanda la situación.

Como cuando habla de la afirmación de Samu Omorodion en una entrevista en el podcast del periodista Miguel Quintana, en la que el punta melillense aseguraba que sus referentes a día de hoy son Haaland y Kike García, por todo lo que el veterano ariete conquense le aporta en el día a día. «Hay mucha diferencia, ¿eh?», apunta éste entre risas. «Qué voy a decir de Samu. Le estamos ayudando todos, tiene unas condiciones tremendas. Es un buen chico. Espero que coja todo eso rápido. Nosotros aquí le vamos a ayudar en lo que es ir a la guerra, aguantar el balón, dejarse todo», dice en primera instancia. «Para el gol que se ponga mejor a Halland», remata de nuevo con una carcajada.

«Me veo un poco reflejado en él cuando yo empecé, que te faltan cosas», prosigue Kike. «Todo lo que esté aquí le voy a ayudar para estar cuanto más preparado mejor. Es muy bueno. Ojalá le veamos triunfar en unos años y se acuerde de la plantilla que le ha ayudado esta temporada, del Glorioso, eche la vista atrás y tenga buenos recuerdos», precisa al respecto el conquense, que también protege bajo su experta tutela a otros jóvenes compañeros de posición como Panichelli o Giuliano Simeone.

Desde la atalaya de la experiencia, se permite el lujo de bromear hasta con la expulsión de Luis García Plaza ante el Mallorca. «Es que se vuelve loco, ¿eh?», se ríe de primeras. Ya en serio, subraya que el técnico madrileño «es pieza fundamental de lo que se está viviendo este año» el Deportivo Alavés, que tiene bien encauzada la permanencia.

«Gracias en gran parte a él», asegura. «Se está viendo un Alavés muy reconocible». Volviendo al tema de las tarjetas, «ya dijo que se arrepentía, aunque es verdad que en la segunda amarilla no dijo nada». En El Sadar no podrá sentarse en el banquillo. «Esperemos que controle los nervios desde arriba».

Le borra la sonrisa el horario del derbi ante Osasuna. «Es una pena. Me da igual que salgan diciendo que un lunes lo ve más gente. No puede ser. Dos aficiones hermanadas, que se llevan tan bien, que se respira fútbol. Que es para disfrutar en la ciudad. Que se tenga que jugar un lunes a las nueve apena. A los jugadores y sobre todo a los seguidores, que el fútbol es para ellos», reflexiona Kike. «Al final nos debemos a la televisión, a lo que nos dicen», asume con resignación.

Tiene «muchas ganas», en cualquier caso, de volver a Pamplona, donde vivió dos años «maravillosos» como futbolista rojillo, que incluyeron una final de Copa y un billete de Conference. «En El Sadar se respira fútbol por todos los costados, la grada, los Indar Gorri son tremendos», apunta. «Es un partido muy especial, tengo allí muchos amigos», apunta el ariete albiazul, que deja entrever que si marca gol no lo celebrará. «Le tengo mucho respeto a esa entidad, a Osasuna, a la gente. Les debo mucho, han sido dos años inolvidables».

Así es Kike García. 34 años. 244 partidos y 45 dianas en Primera División (35 en el Eibar, 7 en Osasuna y 3 en el Alavés). Y dos temporadas en el fútbol inglés –Middlesbrough–. El 'obrero del gol'. «Me llaman así. Me gusta, soy un obrero. Ojalá me lo digan muchos años», concluye el delantero albiazul.