Javier Calleja, el eslabón más débil

El equipo cerró el martes el año de la peor manera posible, con una incuestionable goleada ante el Villarreal encajada en un duelo donde volvieron a desnudarse las carencias albiazules. Un conjunto de nuevo demasiado plano con la pelota, poco productivo en ataque y, sobre todo, muy frágil en defensa. El equipo amarillo se asomó fácilmente al área vitoriana y pudo rematar con excesiva frecuencia. Así llegaron los cinco goles que encajó el equipo, el castigo más abultado de toda la temporada.

Quedan más de diez días hasta el próximo partido albiazul -el domingo 2 de enero a las 18.30 horas contra la Real Sociedad- y es una incógnita si Calleja se sentará en el banquillo de Mendizorroza. El técnico tiene contrato hasta el verano de 2023 -renovó hace unos meses por dos temporadas- y el club le encomendó a él su proyecto, pero eso no garantiza su inmunidad.

El técnico buscó el pasado verano dar varias vueltas de tuerca a los principios que le permitieron salvar al Alavés en el brillante tramo final del curso anterior. Desde la pretemporada trabajó en que sus jugadores pudieran ampliar sus registros con la pelota, que lograsen ser un equipo atrevido con ella, proactivo y que buscase desde ese contexto la portería rival. La realidad, con una plantilla de evidentes limitaciones técnicas, le obligó a dar un volantazo y priorizar la seguridad defensiva, que ya en el arranque de la temporada amenazaba con desangrar al equipo.

Calleja logró taponar la herida, incluso a costa de jugar a algo muy diferente a lo que buscaba en un principio, pero en su mente siempre ha estado transitar hacia ese Alavés más protagonista. Ahí, el equipo ha mostrado un ligero progreso, pero todavía sus defectos en esa faceta son más palpables que las escasas e irregularidades virtudes. De manera paralela, las derrotas y los vaivenes del equipo también desgastan la posición de Javi Calleja a ojos de la entidad alavesista.

Todo, a apenas una semana de que arranque el mercado de invierno. Una ventana que, al no haber más encuentros hasta final de año, ya se ha abierto en la práctica. Se trata de un recurso que el equipo vitoriano ha explotado con frecuencia en las últimas temporadas. Las necesidades apuntan al centro del campo, donde el equipo ha mostrado ciertas carencias y en el que falta la pieza que no aterrizó en verano. Las llegadas también dependerán de las salidas de jugador que se puedan producir.

Esos nuevos nombres podrían dar a Calleja un nuevo impulso, en especial antes del complicado calendario que debe afrontar el Alavés. Solo en enero, debe enfrentarse a la Real Sociedad, Athletic, Betis y Barcelona. En este cruce de operaciones, la variable económica también es protagonista. El club debe estar atento a su reducido límite salarial a la hora de hacer fichajes. Ahí cuenta con el 26% restante de los fondos CVC, que podría utilizar para aumentar su margen de maniobra. En el mismo sentido, un cambio de entrenador también afectaría a ese margen salarial, De hacer el cambio con el límite superado, éste debería compensarse el curso que viene.