Javi Calleja cumple cien días al frente del Alavés

De ese centenar de días, sólo en algo menos de la mitad de ellos ha estado inmerso en la competición. Aunque la calidad de la tarea entre el 6 de abril, día de su presentación en Mendizorroza, y el 23 de mayo, fecha de la última jornada de Liga, es de sobra conocida. 15 puntos de 27 posibles para rescatar a un equipo hundido y certificar la permanencia con una jornada de antelación. En ese tiempo edificó una estructura humilde pero sólida que ahora, con más tiempo y recursos, espera dotar de más brillo.

Su renovación por dos años, algo del todo inusual en un club acostumbrado al corto plazo, denota una hoja de ruta evidente: la confianza en que Calleja construya un proyecto a su imagen y semejanza es total. Incluso, aunque no cuente para ello con el capitán, Manu García. Su marcha levantó la esperada polvareda que deja el adiós de un mito, pero las réplicas del seísmo apenas duraron. Con esa página ya pasada, el técnico quiere confirmar lo que avanzó tras firmar su renovación. «Habrá un sello claro y se va a ver desde el principio», explicó entonces.

Para implementar ese 'toque Calleja' necesita jugadores. Sin ellos, el plan corre el riesgo de quedarse corto. Ya le sucedió el curso pasado a Pablo Machín, que intentó replicar su exitoso sistema pero sin tener las piezas óptimas para ello. De momento, los movimientos en el mercado no han sido de gran magnitud, pero sí que han aportado elementos del gusto del entrenador. Así lo son Manu García e Iván Martín, futbolistas de buen trato por el balón y marcado perfil asociativo. Con todavía casi un mes de preparación por delante, aún le quedan piezas por ajustar. Arranca la segunda parte de su plan.