La insistencia muestra el camino

Aunque, en realidad, el guipuzcoano siempre ha jugado en una posición más retrasada. Donde puede ser aun más protagonista con la pelota, pero también disponer de espacio para llegar. Su entrada, además, abrió otra puerta. Por ella se coló el gran protagonista del partido, Róber. Partió por dentro y no desde la derecha; respondió con un doblete para ganar el partido, la mayor contundencia posible en un deporte como el fútbol. Con ambos a la vez en el campo, el técnico quiso alinear a un equipo que pudiera mandar con la pelota, pero también con capacidad de llegada desde atrás

El Alavés no brilló en ataque. De nuevo, le faltó esa chispa con la pelota que le permitiera generar más peligro a través de la posesión. Su encuentro fue irregular, de un arranque más igualado que dio paso a un tramo con dominio albiazul y, en la segunda parte, mejores sensaciones del Leganés durante demasiados minutos. Pero el Alavés sí que consiguió jugar más tiempo instalado en campo rival. Y, sobre todo, cerca de la portería pepinera. A falta de ese extra de fluidez, recurrió a la insistencia para generar inquietud.

Como parte de ese plan, el Alavés estuvo muy activo a la hora de mandar centros al área, sobre todo con el empate a cero en el marcador. Fue su fórmula para asomarse a la portería ante la falta de brillantez con otros recursos. Con un balón al área consiguió marcar. Aunque el centro llegase desde un saque de banda. Una opción que el equipo apenas ha logrado aprovechar esta temporada, pero decisiva para desatascar el encuentro. Balón largo de Javi López, peinada de Villalibre y aparición por sorpresa de Róber para adelantarse a una zaga demasiado complaciente y marcar. Al más puro estilo del fútbol inglés de toda la vida. Pero con un recurso efectivo. El balón parado volvió a dar réditos al Alavés tras varios partidos. No marcaba de estrategia desde la victoria ante el Ibiza. Entonces Rioja lo hizo de falta y también de penalti.

Uno de los pocos lunares del encuentro albiazul fue la relativa sencillez con la que el Leganés consiguió ver portería. El cuadro madrileño apenas había inquietado a Sivera -tanto, que el guardameta no tuvo que hacer ninguna parada- pero aprovechó el mínimo hueco para castigar a los albiazules. Ahí emergió Miramón, que puso de su parte para controlar y definir con gran habilidad. No es habitual que el equipo se deje empatar. En casa solo le había pasado ante el Oviedo -se llevó el triunfo- y Las Palmas, con el que acabó igualando.

En ascenso directo, el Alavés parte con ventaja para el tramo final. Saca tres puntos al Levante, por lo que el duelo del sábado puede marcar diferencias. El Alavés seguirá por delante si empata, pero un triunfo dejaría a los granotas fuera de combate.