Las ilusiones del Alavés pasan por Balaídos

Aunque el técnico está obligado a recalibrar su brújula. La magnitud de la corrección es desconocida. Porque tiene las sabidas bajas de Duarte y Escalante por sanción -Guidetti está fuera por problemas físicos-, pero también, como desveló, la duda de dos jugadores. Una incógnita marcada por el misterio. «No quiero dar pistas al adversario», se limitó a exponer. De esos dos futbolistas lo único que se sabe es que está a la espera de «ver cómo evolucionan». Si no llegan, añadió, tirará del filial para completar la lista. Durante la semana ha entrenado con el primer equipo el centrocampista Tomás Mendes.

Su parcela es una de las que deberá modificar, al menos en un nombre, tras la baja por sanción de Escalante. Un reemplazo que, al igual que el de Duarte, alterará la fisonomía del bloque que juegue en Balaídos. «No creo en el pieza por pieza porque no hay dos jugadores iguales. Cada jugador tiene un perfil y condiciona. Esos matices son importantes, porque a partir de ahí se genera lo demás. Hay que ver qué complementariedades son las adecuadas», advirtió el preparador. Pina, Pons o Moya esperan para la zona ancha. En el lateral, el técnico puede optar por Ximo a banda cambiada, un futbolista con el que ha contado en todos los duelos, o la opción natural de Javi López, salido de lesión hace una semana.

Con un perfil u otro, el técnico asume la necesidad de «llevar el partido a donde nos conviene para que se evidencien sus debilidades». En el Celta ve un equipo similar al Villarreal, pero con matices. «Hay detalles que se pueden extrapolar», pero también diferencias, por ejemplo, en las «alturas que ocupan los jugadores de fuera y dentro» y también en «cómo van apareciendo». Pero sí que ve en el gallego un «adversario con jugadores de mucha calidad» del que además destacó su « identidad».

El duelo ante el Celta también ofrece al equipo la posibilidad de redimirse lejos de Mendizorroza, donde no gana desde octubre. Pero solo desde una mejoría en sus prestaciones en los dos encuentros que le quedan -dentro de dos jornadas debe jugar en casa del Levante- puede consolidar sus opciones de permanencia. El desahogada situación del equipo gallego -que incluso perdiendo puede certificar su permanencia matemática- puede servir de impulso. Una tranquilidad empañada por la condena a Santi Mina, de la que Velázquez no quiso hablar.

El cuadro gallego, habitual termómetro de alegrías y desilusiones albiazules, comprobará si el Alavés es capaz de consolidar su juego llegado el tramo decisivo de la temporada. Una madurez imprescindible alimentada por las ilusiones que renovó la victoria contra el Villarreal. «El foco principal vamos a ser nosotros. Una victoria nos daría todavía un plus adicional», sentenció el técnico.