Fichajes Alavés

Guevara: «Era el momento de cerrar el círculo»

«Ha sido el primero que quería que viniera. Para él y para mí es volver a vivir un sueño», reconoció el centrocampista, sin poder esconder la emoción por el momento. Vestido con una americana que, una vez superado el trámite, se quitó para lucir las camisetas de la nueva temporada -llevará el '6' a la espalda- y tocar balón sobre el tapete del Paseo de Cervantes. Ahora sí, como un jugador del Deportivo Alavés con todas las de la ley.

El niño que creció en la escuela de Betoño antes de dar el salto al Alavés para, siendo cadete de segundo año, poner rumbo a la Real Sociedad está ahora llamado a ser uno de los líderes del equipo babazorro. También en el plano emocional. «Volver a ser jugador del Alavés es algo único. Cuando decidí marcharme entendía que tenía que hacerlo, aunque me diera pena y vértigo, pero estoy orgulloso de lo que hice y agradecido al máximo. Era el momento de cerrar un círculo y volver a donde empezó todo. Es un día muy bonito y especial», valoró. Aunque como filosofía en el campo opta por la modestia.

Ser uno más, aunque sea ya un jugador consolidado en Primera y valorado en Donostia pese a su falta de minutos en las últimas temporadas. «Vengo a sumar. No me considero ninguna estrella. Tengo que trabajar todos los días y ayudar en lo que se me pida», aseguró. También en el puesto que le toque. «En el momento en el que Luis (García) me cuente sus impresiones me adaptaré. Donde me encuentro cómodo es en el medio, pero cualquier cosa que se me pida lo voy a hacer», afirmó.

Su fichaje por el Alavés es una oportunidad. Llegada a base de insistencia por parte de la entidad vitoriana. Fichado «por fin», como reconoció el director deportivo albiazul, Sergio Fernández. «Nos va a aportar una riqueza en cuanto a sus cualidades que hasta ahora no teníamos. Y reúne unos valores personales que deben ser la bandera de esta institución», añadió. Otros intentos no resultaron. Ahora todas las partes coincidían en que lo mejor era su desembarco en Vitoria. «Creo que he sentido que era el momento. Las veces anteriores siempre ha mostrado un interés muy grande y sin eso no hubiese sido posible ni que se me pasara por la cabeza. Sentía que ahora era el momento de volver y sumarme a este proyecto muy ambicioso. Es el momento de aportar mi granito de arena», confirmó. De recuperar también el protagonismo sobre el césped en un equipo que se lo dará. «Necesitaba sentirme con esa importancia y que de verdad hubiera un interés tan fuerte ha sido clave», confirmó.

No lo hará en un equipo cualquiera. «Volver a mi ciudad y defender los colores del equipo de toda la vida es un aliciente muy importante y ha tenido mucho peso. Me cuesta hasta encontrar las palabras», confesó. Aunque lleva aparejado un peso invisible que ya sintieron antes otros como Manu García. «Hay un componente de responsabilidad. Siento ese puntito, pero sobre todo desde el lado positivo porque me apetece mucho», apuntó. Por eso prima lo bueno. Días «intensos a todos los niveles», pero también especiales por lo que representa. Y por las primeras sensaciones sobre la afición. «El cariño que me ha mostrado la gente ha sido más grande del que me hubiera imaginado. Solo puedo darles las gracias, noto que están conmigo», celebró.

En pretemporada tendrá que adaptarse al libreto de Luis García y a nuevos compañeros. Aunque no todos lo son. Se reencuentra con su buen amigo Guridi. «Tengo una relación muy cercana con Jon. Hemos vivido muchos años en Zubieta. Cuando vino aquí, despedirme de él fue duro. En cuanto me contó que venía me puse muy contento. Sabía que lo iba a hacer bien», explicó. La tarea del sentimiento, Guevara la tiene más que aprobada. «Todos estos años he sido un alavesista más, he seguido al equipo en todos sus momentos. Hemos celebrado como locos el ascenso. Los partidos en Mendi eran una locura. Hay muy buenos mimbres para hacer un muy buen año en Primera», auguró.