Getafe 1 - 0 Alavés
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Getafe 1 - 0 Alavés
El VAR desespera al AlavésLo que ninguno de los dos equipos fue capaz, desequilibrar el choque por sus propios medios, lo resolvió el VAR a favor del Getafe para desesperación albiazul. A seis minutos para el final sacó la lente de aumento para sancionar un claro codazo de Abqar ... sobre Latasa en el área y señalar el penalti que decidió el choque. En el minuto 97 la misma acción en la otra parte del campo, un codazo evidente de Djené en plena cara de Guridi, debió pillar a Prieto Iglesias, el responsable del videoarbitraje, limpiando las gafas de cerca. «Idéntica», clamaba Luis García Plaza desde el banquillo para reclamar a voz en grito la acción que podía generar el empate.
No eran gemelos, eran mellizos pudo ser la respuesta imaginaria desde Las Rozas, la sede del VAR. El Comité Técnico de Árbitros reclamó durante el verano a los colegiados que se rebaje la intervención del videoarbitraje. Lo que sigue sucediendo, como es habitual, es que la ruleta rusa de cada semana lo mismo tiene bala que no. Ni hay criterio uniforme ni se espera que exista. Esta vez no se quejará Bordalás. No suele hacerlo.
Getafe
David Soria; Damián Suárez, Domingos Duarte, Mitrovic (Alderete, min. 62), Gastón Álvarez; Juan Iglesias (Portu, min. 71), Maksimovic, Djene, Jaime Mata (Aleñá, min. 62); Latasa y Borja Mayoral (Angileri, min. 90).
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Deportivo Alavés
Sivera; Gorosabel, Abqar (Rafa Marín, min. 91), Sedlar, Duarte; Benavídez (Antonio Blanco, min. 91), Guevara (Abde, min. 86), Guridi; Alkain (Miguel, min. 86), Rioja y Kike García (Samu, min. 72).
Goles 1-0, Borja Mayoral, de penalti.
Incidencias 11.023 espectadores en el Coliseum Alfonso Pérez. Amarilla para Domingos Duarte (72') por agarrar a Kike García, a Abqar en el penalti (83') y a Alkain y Luis García por protestar (83').
Así, con frustración, llegó la segunda derrota albiazul en el segundo desplazamiento. Otro 1-0. Ajustadísimo esta vez en uno de esos choques donde marcar primero se antojaba determinante. La realidad es que las dos escuadras se empeñaron en ver las porterías muy pequeñas. Primero porque apenas se acercaban a ellas y más tarde, en una segunda mitad de ritmo más alto e ida y vuelta, a consecuencia de los porteros y los remates fallidos. Sivera sacó una de Maksimovic al larguero antes de que no acertara Guridi en un cabezazo claro, tampoco Kike García en un zurdazo cruzado, Abqar estrellara el balón en el palo y Alkain dejara pasar de cabeza una oportunidad clamorosa... Así es el fútbol, cuando el Alavés había logrado zarandear al Getafe y sentir que el gol era cuestión de minutos, nada sucedió como parecía.
El sobresaliente partido ante el Sevilla había llevado de inicio a Luis García Plaza a repetir el once inicial. Es decir, línea de cuatro atrás, Benavídez, Guevara y Guridi en el eje del equipo, Rioja en su banda natural, Alkain en el extremo derecho y Kike García en punta. La convocatoria había incluido por primera vez a Tenaglia y Samu, que debutó, y de la lista se caía un Sylla que parece abocado a una salida del club. Bordalás, tras la derrota del Getafe en Girona y con un punto en dos partidos, respondía con un único cambio. La entrada en la izquierda del ariete Mata (sancionado la pasada semana) por el mediapunta Aleñá.
Para configurar un equipo eminentemente físico, preparado para el contacto permanente y con el potentísimo Latasa junto a Mayoral como dupla de delanteros. Un adversario experto en forzar situaciones complicadas para el adversario a través del juego directo. Ya había advertido el preparador alavesista que se trataba de todo un reto para una escuadra vitoriana que busca todavía consolidarse poco a poco en la categoría. El Alavés volvió a competir. Sin complejos.
Eso sí, qué decir de una de esas primeras partes convertidas en homenaje al bostezo. Dos equipos implicados como pocos en las tareas de presión y contención y sin excesivos recursos para superar murallas defensivas. Conjuntos que al mínimo riesgo se repliegan como una tortuga dentro de su caparazón. Amagaba el Alavés en ocasiones con la claridad de Guevara y un incisivo Gorosabel, y se afanaba el rival con el bombardeo sobre Latasa y las segundas jugadas. Como parecía probable, la única oportunidad realmente clara antes del descanso llegó a través de un error. La cesión de Guevara que interceptó Mayoral y de la que el cuadro albiazul se salvó gracias a un rápido Sivera y también al palo. El conjunto vitoriano resistía con Abqar, Sedlar y Benavídez ocupados en controlar las reiteradas acciones aéreas. Escaso de acierto con el balón, apenas le daba para más a los albiazules. Rioja no daba señales de vida y Kike García parecía engullido por los centrales.
Giró el choque tras la reanudación. A la ocasión de Maksimovic reaccionó el Alavés con sus mejores minutos. Más acertado en la circulación del balón ante un rival que bajaba revoluciones y sufría. Guevara y Guridi encontraban líneas de pase para obligar al adversario y cercar el área de Soria. Kike García aguantaba balones para estirar al equipo e incluso se lucía en los espacios cortos. Todo ello para generar las mejores sensaciones. Pero las toneladas de precisión ofensiva que desembocaron en cuatro goles al Sevilla se convirtieron ayer en unos pocos gramos sin la dirección adecuada. Insuficientes incluso cuando llegó la tormenta que pudo decidir el duelo para los vitorianos. El Getafe, no sin fortuna en algunas ocasiones, sacó el paraguas hasta que escampó. Con la entrada posterior de Portu y Aleña, Bordalás dio otro tono a su equipo y cambió el guion. El Alavés, ya con un prometedor debutante Samu que aceleraba en segundos de cero a cien, pero sin salida de balón sufría en el cuarto de hora final. Hasta que el VAR delató a Abqar y absolvió finalmente a Djené de un penalti claro. Al central-centrocampista togolés, ya se sabe, se le suelen caer jugadores a su alrededor. Para el videoarbitraje debió ser solo una cariñosa caricia.
No hubo tiempo para mucho más, apenas una opción lejana del recién incorporado Miguel y varias oportunidades de sentencia para Getafe. Sí una reflexión para constatar que la Primera División no perdona. Serán necesarios partidos casi perfectos para sumar victorias. Aunque es cierto que el Alavés, además de competir al límite, apunta poco a poco a equipo versátil y con múltiples posibilidades. Hay que salvarse, sí, pero por el camino se trata de entretener. Si se cierra la plantilla con algún que otro retoque, con todo ello debería poder este equipo.
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