«La fidelidad que me ha demostrado el Alavés no se paga con dinero»

- ¿Cómo está el equipo después del cambio de técnico y de los dos empates consecutivos ante Osasuna (2-2) y Athletic (1-1)?

- Centrado. Estamos con un entrenador nuevo que es muy exigente. El nivel de los entrenamientos está siendo alto y estos dos resultados nos refuerzan para seguir trabajando. Todo lo que sea sumar es siempre importante.

- ¿Qué diferencias ha percibido entre Luis García y Coudet?

- No ha cambiado mucho a nivel de trabajo. Somos profesionales y la rutina del fútbol es prácticamente igual. Respecto al Chacho, es un técnico argentino muy trabajador. Hacía tiempo que no teníamos dobles sesiones como ahora. Exige al 100% y eso es bueno. A nivel de juego sí que estamos metiendo más balones por dentro, dando más toques que siendo tan directos. Estamos en ese proceso de adaptación.

- ¿De qué forma gestiona un capitán como usted una semana como la que Luis García fue despedido, llegó Coudet y fueron eliminados de la Copa?

- Al final, somos personas. Esa semana estuvimos todos un 'poquito' en shock por las circunstancias. Fue todo demasiado negativo con la destitución y la inesperada derrota en la Copa. Ahora, el Chacho está muy metido en el aspecto mental, en sacar lo mejor de cada uno. Estamos en el camino de intentar recuperar nuestra mejor versión, de ganar un partido lo antes posible que nos dé confianza en nuestro trabajo.

- ¿Qué ha cambiado en el Alavés para sumar 10 puntos en las primeras seis jornadas y sólo haber ganado un partido de los últimos 11 disputados en Liga?

- Es un misterio. En las primeras jornadas estábamos haciendo un juego muy vistoso, con el que la gente estaba disfrutando y teníamos muchas ocasiones. Pero hubo un momento en el que nos dimos cuenta de que ganar un partido en Primera es muy complicado y que tienes que estar al 100%. No sabría dar una clave porque el equipo se esfuerza, trabaja muchísimo y está concienciado. Estamos mentalizados en cambiar esta dinámica para tener un poco más de confianza.

- La irregularidad defensiva -han encajado 28 goles en 17 partidos- ¿puede ser otro factor decisivo en esta mala racha?

- Al final, creo que todo suma. Una buena defensa empieza también desde un buen ataque. Estamos teniendo dificultades de cara a portería y eso se nota a nivel defensivo. El año pasado se dieron muchas circunstancias positivas y una de ellas fue mantener la portería a cero. Este curso nos está costando, pero lo estamos trabajando con el Chacho y estamos mentalizados en seguir mejorando en este aspecto.

- Me imagino que también lo siente en que tiene más trabajo bajo palos de lo habitual...

- Sí, este año lo estoy notando. Muchas veces lo hablo con mi entrenador de porteros porque la temporada pasada no recordaba tantas situaciones de uno contra uno o de sacar alguna mano importante. Pienso en ayudar al equipo, aunque me gustaría hacerlo menos porque significaría que estamos defendiendo mucho mejor. Pero bueno, para eso estamos los 25. Para aportar nuestro fútbol.

- ¿Ser menos 'San Sivera'?

- Sí. Me gustaría tener más partidos tranquilos. Aunque en el último en casa ante el Athletic, que es uno de los equipos más en forma de LaLiga, estuvimos bastante bien a nivel defensivo. Recuerdo la situación del gol y poco más. Es algo positivo de cara a lo que venimos trabajando estas últimas dos semanas. Si seguimos por ese camino, nos irá mejor.

- En su lista de paradones, el que le hizo a Catena en El Sadar está en el 'top'. ¿Cómo se prepara en los entrenamientos para ello?

- Son situaciones de los partidos muy rápidas y que no son premeditadas. En los entrenamientos simulamos muchísimas acciones y, por suerte, una de mis virtudes es la rapidez. En este caso, Catena sacó un disparo rápido y mi reacción fue acorde al tiro.

- ¿Siente presión cuando dicen que 'Sivera gana puntos'?

- Es un orgullo porque me exijo al máximo. Me encanta analizar después de los partidos dónde podría haber aportado más al equipo. Es una gran responsabilidad y ojalá fuera las menos veces posibles. Y en las pocas que tuviera que intervenir, lo hiciera de la mejor forma. Estoy trabajando día a día para cuando me necesiten, responder.

- En verano fue designado capitán del Alavés. ¿Qué le supuso?

- Es un orgullo y una responsabilidad muy bonita. Llevo ocho años aquí y he visto capitanes defendiendo al Alavés con el máximo compromiso. Me he criado con ello. Laguardia, Manu García o Pacheco han luchado por el club y ahora me toca a mí.

- ¿Por qué ha empezado a portar el brazalete en los partidos?

- A Luis no le gustaba que lo llevara el portero porque a la hora de protestar es un poco rollo, ya que sólo puede hacerlo el capitán ante el árbitro. Por eso, prefería que lo llevara un jugador de campo. Al Chacho le da más igual y a mí me hace ilusión portarlo.

- Hablando de protestas. ¿Cuántas veces ha pensado que si no llega a ser por sus quejas el árbitro quizá no se hubiera parado el partido ante el Levante y luego no habría sucedido todo lo que pasó: VAR, penalti, gol y ascenso a Primera?

- No lo sé (sonríe). Mi reacción fue natural. Muchas veces lo veo y me sigo poniendo nervioso al preguntarme qué habría pasado. En aquel momento pensé que la había liado porque todavía teníamos el balón. Pero yo no fui consciente de nada. Había visto mano y creía que era penalti. Luego, cuando nos cruzamos en Primera, le pedí disculpas al árbitro. No me suelo poner así, soy bastante respetuoso. Pero creo que es un momento que quedará para la historia de todos.

- Las últimas tres temporadas, usted ha sido indiscutible. Sin embargo, cuando aterrizó en Vitoria, se encontró con Pacheco. ¿Cómo vivió aquella etapa?

- Llegué muy joven, con 20 años para 21 y totalmente inexperto en la categoría. Venía de estar con el primer equipo del Valencia pero jugando con el filial en Segunda B. El salto fue bastante grande. Sin embargo, mi entorno y yo nos preparamos para trabajar, mejorar y seguir avanzando en mi carrera. Nos mentalizamos de que había que ir aprendiendo con paciencia. Y qué mejor manera que hacerlo con Pacheco, que era uno de los grandes porteros de LaLiga. Me sirvió mucho estar a su lado. Luego, el año del descenso, se me abrió esa oportunidad que gracias al club he podido aprovechar.

- ¿En algún momento, como durante su cesión en el Almería en 2020, tuvo la tentación de decir, 'mira, se acabó' y pensar en abandonar el Alavés?

- Sinceramente, no. Siempre he dicho que hay cosas que no se pagan con dinero. Una de ellas es la fidelidad que me ha demostrado el Alavés en todos los momentos. En aquella época, reconozco que muchas veces que jugué no estuve al nivel que se le podía exigir a un portero de Primera. Pero el club sabía de mi potencial y me dio confianza. Siempre me tendió la mano cuando no estaba mentalmente en mi mejor momento. Repito: hay cosas que no se pagan con dinero y el Alavés me lo demostró esos años con esas renovaciones que firmamos. Y seguir también fue mi manera de manifestarles que estaba con ellos. Estoy muy agradecido por las oportunidades y espero continuar muchos años más en Vitoria.

- Hoy se reencuentra con el Valencia. ¿Qué supone para usted competir en Mestalla?

- Jugar en casa es bonito porque vienen la familia y los amigos. Además, es un partido importante porque estamos en una situación que no nos gusta a ninguno de los dos equipos. Va a ser complicado para ambos. Espero un duelo duro, donde nos tendremos que exigir al máximo. Y si ganamos, nos iríamos al parón con los deberes, entre comillas, hechos de estas tres semanas que llevamos trabajando con Coudet.

- ¿Ha intercambiado mensajes con Rioja?

- Sí, para alentarnos ambos. Me escribió para darnos ánimos. Sigue estando pendiente del equipo y nosotros le enviamos el mismo mensaje porque ellos están en una situación que no es muy normal para el Valencia.

- Con su experiencia, ¿qué diferencias ve respecto a este Alavés y el del curso pasado?

- Veo pocas. El año pasado también éramos un equipo bastante inexperto en la categoría. Sí que es verdad que teníamos varios pilares importantes como Duarte o Rioja que nos hacían más maduros, junto a Kike García. En muchas ocasiones tuvimos suerte y perdonamos pocos partidos en casa. Este curso hemos fallado un par de veces y nos ha penalizado porque, prácticamente, estamos haciendo una temporada muy parecida. La campaña pasada acabamos la primera vuelta con 17 puntos y ahora llevamos 16. Son parámetros parecidos y hay una plantilla similar.

- Y no han estado en descenso.

- El Alavés está hecho para sufrir y para pelear hasta la última jornada por seguir en Primera. Todos somos conscientes de ello. Este año todavía no hemos caído al descenso y para nosotros es un motivo de decir que tan mal no estamos haciendo las cosas como para que, en ocasiones, sea criticable el nivel que estamos teniendo. La gente se alarma porque no generamos tantas ocasiones y recibimos goles, pero vamos a darlo todo hasta el final.