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El Alavés realizó un ejercicio de autocrítica tan necesario como obligado tras el desastre del descenso. Sin paños calientes a la hora de ahondar en las causas y las consecuencias de «una mala temporada» y «un fracaso deportivo». Reflexiones y asunción de culpas que el ... club albiazul canalizó a través del presidente del consejo de administración, Alfonso Fernández de Trocóniz, y el director deportivo, Sergio Fernández, que aceptaron la «responsabilidad compartida» de la caída a Segunda. El peso del hundimiento cae sobre los hombros de directiva, secretaría técnica y jugadores. «Todos somos corresponsables de la situación». En la misma dirección que apuntaron las críticas de la grada de Mendizorroza en el último partido de Liga.
Trocóniz
«Dicho esto, asumimos nuestros errores. Nos hemos equivocado, hay que decirlo así, sin tapujos y sin esconderse. El descenso es el resultado de que esta temporada, incluso en anteriores, no hemos hecho las cosas como se debía», arrancó el presidente. Ambos coincidieron en que los males del equipo albiazul no son exclusivos de este año, sino que vienen de atrás. Concretamente, de 2020, cuando el parón de la pandemia marcó «un antes y un después» en la trayectoria del equipo. «Entendemos que estas dos últimas temporadas han sido de prisas y ansiedades por conseguir la permanencia y quizás no se haya mirado en exceso hacia el futuro. Y obviamente así no se construye nada», afirmó Trocóniz. «Lo que nos tiene que hacer reflexionar es por qué el equipo ha perdido esas señas de identidad y valores de los que hemos presumido», precisó Sergio Fernández.
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Como punto crítico que marca el declive, aquellas tensas negociaciones del ERTE abordadas en la primavera de 2020. «No nos entendimos. Hay muchas cosas que deberíamos haber tenido en cuenta, muchos actores en la película que tenían que haber reflexionado», explicó el técnico leonés, consciente de que, a partir de ese momento, «no hubo esa comunión que se necesita para que todo ruede de manera armónica». Algo se rompió entonces, porque «a partir de esa desconexión no hemos logrado que todo el mundo se sienta identificado con el proyecto», apostilló.
Futuro
«El tipo de errores que no podemos volver a cometer» en el futuro, según el presidente. «No hemos sido capaces de revertir esta situación ni de renovar el equipo, a pesar de que hemos ido a los máximos permitidos con los límites salariales, incluso con las aportaciones de CVC. Nos ha faltado estabilidad en el vestuario y no hemos conseguido dotar al equipo de una personalidad que nos facilitara la búsqueda de un estilo», subrayó Trocóniz. A su juicio, se trata de un ambiente de tensión soterrada que supuso un enorme hándicap a la hora de encontrar el entrenador y los jugadores adecuados.
Reconocidos los errores, llegan los efectos de un descenso traumático. Además del duro varapalo anímico, «habrá consecuencias económicas». Según los cálculos del club, los ingresos televisivos se reducirán en un 80%, algo que mitigarán las compensaciones por descenso que da la Liga. «Y la caída de nuestra cifra de negocios ordinaria la estimamos en un 75%». El presupuesto sufrirá «un descenso considerable» al que la directiva aún no pone cifra. Si bien, Sergio Fernández cree que en la categoría «habrá cuatro o cinco clubes con presupuesto similar o superior».
Ante una nueva realidad deportiva y económica, el Alavés se disponer a hacer «un análisis profundo de la estructura del club –incluidos puestos de trabajo–, convenios y proyectos en marcha». «Nuestro objetivo sigue siendo que el futuro esté garantizado y para ello debemos ser aún más escrupulosos con cada euro gastado. Debemos ser capaces de construir economías alrededor del club para que nuestros ingresos aumenten y se puedan construir plantillas más competitivas que nos estabilicen. Todo lo que no vaya en esa línea es pan para hoy y hambre para mañana», expuso Trocóniz. Su mensaje final, eso sí, fue esperanzador: «Estamos ante un tropiezo deportivo, pero nada más. No compromete para nada el futuro del club».
Los diferentes frentes abiertos que tiene el Grupo Baskonia-Alavés es uno de los puntos habituales de controversia en las juntas de accionistas. La Euneiz, el Istra o el 4% que el presupuesto del club de fútbol destina al de baloncesto en concepto de gestión. Interrogado sobre este último punto, Alfonso Fernández de Trocóniz se mostró muy tajante: «El modelo de gestión es el que es, no se va a replantear en ningún caso».
«Ese modelo lleva implementado desde hace once años y se está cuestionando ahora con motivo del descenso», precisó el presidente albiazul. «Aceptamos las críticas, somos responsables y asumimos nuestros errores, pero tenemos que pedir un respeto a la gestión de Saski Baskonia en el club, con Josean Querejeta a la cabeza», zanjó.
A la hora de hablar del Istra, apuntó que «no es una inversión», sino «patrimonio del club». Aunque es momento de «ajustar todas las partidas» y ahí entra también las que el Alavés destina a sus clubes en el extranjero.
Los gritos de 'directiva dimisión' fueron mayoritarios en el último partido. Trocóniz dejó claro que «en ningún momento» se han planteado su salida del club. «El Alavés es una Sociedad Anónima Deportiva y al consejo de administración lo nombran sus accionistas con un respaldo mayoritario», recalcó. «Respecto a las críticas, respetamos lo que la afición opina y entiendo su frustración porque la temporada ha acabado en descenso y ha sido un fracaso».«Lo que tenemos que hacer es trabajar para recuperar esa sintonía. Estoy seguro de que vamos a hacer un proyecto que va a conseguir ilusionar», indicó el directivo, consciente de que «también» tienen tarea por delante en el área social. Según sus cifras, esta temporada han tenido 13.500 abonados, aunque la limitación de aforo dejó claro que los particulares no pasaban de 11.904. «Queremos ser más participativos con nuestra afición, que es un elemento esencial». En este sentido, «hay peticiones históricas justas que se nos realizan y vamos a ver cómo podemos canalizarlas para que seamos todos uno».
«No vale de nada seguir lamentándonos, lo que tenemos que hacer es pensar en el futuro», apunta Trocóniz. En volver a Primera. «Nuestra prioridad es ascender y que nadie dude de que se van a poner todos los recursos para ello», subraya. «Pero el club debe generar alrededor una economía que le permita competir a futuro y poder afrontar situaciones como ésta». En ese futuro entra la reforma de Mendizorroza, un proyecto aparcado por las circunstancias.
«Esas obras estaban muy encaminadas, con un protocolo de financiación firmado, y no fue el Alavés el que las paralizó, sino que fueron las instituciones públicas, por razones obvias que el club comparte. La situación económica a nivel institucional es la que ha sido y lo que ha impedido que esas obras se inicien», expone el presidente.
Que pone en valor los avances en Ibaia. «Se han reformado los cuatro campos, el edificio nuevo, adquirido el parking y otros 55 metros cuadrados para la ampliación. Y está en tramitación en el Ayuntamiento la modificación del plan general para la ejecución de las obras. Está claro que desde el Alavés hemos hecho todo lo que hemos podido para que esas obras vayan lo más rápido posible, pero los plazos administrativos son los que son».
Precisamente, la «posibilidad de que empiecen las obras» ha propiciado la solicitud de que las Gloriosas y el filial usen las instalaciones de Betoño. «Estamos a la espera de que el Ayuntamiento nos responda y ver en qué condiciones».
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