A expensas de retoques certeros

Mientras el equipo va dando pasos en la consolidación del plan colectivo –presión adelantada conjunta, reparto de los espacios, alternancias entre juego directo y combinativo, la solvencia de Lucas y Joselu–, la fragilidad defensiva aparece como el gran punto débil del nuevo Alavés de cara al arranque del campeonato. Los rivales hacen mucho con poco. La apuesta de Machín (3-5-2) asume riesgos y expone a una zaga todavía desajustada que sufre con los espacios generados a la espalda de los carrileros y brinda amplios huecos por el centro. Parece claro que faltan jugadores específicos para esa configuración táctica.

Un central con salida de balón y velocidad, por ejemplo. Rodrigo Ely es quien más minutos ha disputado en el eje. Y el que más ha sufrido. Ximo Navarro y Duarte aparecen como opciones más versátiles en los flancos, pero con Laguardia faltarían centímetros. O un carrilero derecho. La reconversión de Edgar ha sorprendido por el compromiso demostrado por el canario, esforzado en tareas defensivas, su punto débil. También está Martín en esa zona. Pero el club entiende que hacen falta unas características determinadas que ninguno de los dos termina de reunir.

Son las principales necesidades que aprecia la dirección deportiva. Las prioridades en un mercado complicado. En el carril izquierdo cuenta con Adrián Marín, que todavía no se ha estrenado por molestias físicas. A priori, por características, el lateral murciano es el perfil más cercano a un carrilero largo, junto con el joven Javi López, que, lógicamente, aún paga el peaje de la inexperiencia. Su recuperación dejaría en el limbo a Luis Rioja, otro extremo reconvertido, que, según los últimos ensayos, apunta a la titularidad en el primer duelo oficial.

Los retoques deben necesariamente ser certeros para elevar el potencial del equipo y garantizar la competitividad. La guinda sería un refuerzo más en el centro del campo, pero no parece sencillo. Dadas las dificultades del singular escenario mercantil de este año, el Alavés asume que no podrá reclutar muchos refuerzos más. Y confía en el triángulo que forman en el centro Battaglia, Tomás Pina y Pere Pons, escoltados por Manu García –todavía al margen del equipo por lesión–, el joven Abdallahi –buen rendimiento en pretemporada, aunque tendrá dorsal del filial– y la variante táctica del 3-4-3 que Machín probó en Tajonar.

Las llaves de los refuerzos siguen estando en las salidas. Ya han dejado la disciplina alavesista Demirovic, Miérez, Einar Galilea, Anderson, Twumasi o Verdon. Faltan por encontrar destino Saúl, Javi Muñoz, Rafa Navarro, Fuchs, Burgui... También Ismael, cedido por el Betis hasta 2021, que aún no ha debutado con la camiseta albiazul y ya cuenta con el interés de otros equipos. Incluso Diéguez y Tachi, con protagonismo en pretemporada, si se puede incorporar el deseado central.

Y John Guidetti, un nombre clave. La salida del sueco, que ya costó en el mercado invernal, cuando fue cedido al Hannover, sería importante en la liberación de masa salarial para acometer los refuerzos que faltan. Y no tiene demasiada cabida en el equipo. Lucas y Joselu son fijos arriba, con libertad de movimientos el primero y como referencia el segundo, y Deyverson aumenta la competencia en la delantera, donde también se ha movido en pretemporada Borja Sainz, que aporta chispa y velocidad como virtudes diferentes.