La exmujer de Piterman, citada a declarar a el 12 de marzo de 2025

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David González

Entonces, Piterman aseguró que se había divorciado en 2013 y que desconocía el paradero de su exmujer. El juzgado no pudo localizarla y quedó excluida del juicio oral, por lo que no se pudo depurar las posibles responsabilidades derivadas de la querella de la Fiscalía. La Interpol la localizó en la pasada primavera, tal y como publicó en exclusiva EL CORREO. Lleva una plácida vida en California bajo el apellido Kaur y desde allí, por videoconferencia, la Justicia alavesa confía en tomarle declaración.

Su caso no se encuentra incluido en el mismo proceso penal que el de su exmarido, que no acudió al juicio al que había sido citado del 8 al 12 de abril. Alegó una operación de rodilla que duró «15 minutos». Declarado en rebeldía por la Audiencia Provincial de Álava, ignora por sistema la orden de búsqueda y captura y continúa sin responder a las acusaciones de apropiarse de de forma indebida de 3,1 millones de euros, la mismo que se le imputa a Milanendra Vikramsingh. Hasta la fecha, solo Pepe Nereo ha respondido ante el tribunal y fue condenado a 4 años de cárcel y a devolver 2,9 millones de euros por «consentir» el desfalco del club entre 2004 y 2007.

El Deportivo Alavés ha mostrado «su satisfacción por seguir dando pasos para que se resarzan los daños y perjuicios causados al club durante el periodo de gestión del señor Piterman». La entidad del Paseo de Cervantes asegura que se mantendrá «firme en sus peticiones iniciales a la espera del fallo judicial y sin perjuicio de lo que se decida, sometido al justo criterio de los tribunales». «Mientras el derecho ampare al Deportivo Alavés, el club seguirá defendiendo los intereses de la sociedad, sus socios y la afición albiazul», finalizan.

Milanendra Vikramsingh, de 57 años, es la tercera en discordia de los involucrados que dejaron al club al borde de la desaparición. Su separación sentimental con Piterman, con un litigio civil que duró 9 años, le llevó a instalarse en California. Llegó a haber una orden internacional de busca y captura contra ella en 2017 que, al igual que con su exmarido, no fue efectiva. Ahora ha sido citada, aunque queda la duda de si sus presuntos delitos como mano derecha del expresidente ucraniano permitirán procesarla bajo la legislación actual o podrían haber prescrito. Mientras tanto, Piterman sigue con varias juicios abiertos en Estados Unidos y huido de la justicia.