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El Deportivo Alavés vivió una jornada de liberación en Montilivi. Los 300 aficionados albiazules que se desplazaron a Girona, recorriendo en los cuatro autobuses facilitados ... gratuitamente por el club los 650 kilómetros que separan ambas ciudades, sufrieron primero y disfrutaron después de un triunfo vital (0-1) que les aleja del descenso.
Por vosotros.
— Deportivo Alavés (@Alaves) April 5, 2025
Por nosotros.
¡EL GLORIOSO NUNCA SE RINDE!#GoazenGlorioso ⚪️🔵 pic.twitter.com/MS4Ef0Z0Hv
'Enjaulados' tras los cristales en la esquina del estadio gerundense, los hinchas no pararon de animar. Estallaron con el gol de Carlos Vicente y después de un pitido final en el que todos los jugadores se fueron junto a ellos a celebrar una victoria 'sanadora'. Un respiro tras el revés frente al Rayo Vallecano que se festejó por todo lo alto. Pura euforia. «Familia. Tres puntazos en Girona. Mirad qué locura se ve ahí. Estáis muy locos, sois los mejores y ahora a darlo todo en casa y a seguir sumando. ¡Vamos 'hostial'!», señaló el extremo aragonés.
Esto son 3 puntos a 7 horas de casa. Esto es una locura.
— Deportivo Alavés (@Alaves) April 5, 2025
😵😵😵#AquíNadieSeRinde#GironaAlavés | #GoazenGlorioso ⚪️🔵 pic.twitter.com/ZEwW8mMVcf
Con el sonido de fondo de las manos de los aficionados golpeando al cristal, los futbolistas saltaron y cantaron junto a ellos. Una comunión completa y perfecta entre los jugadores y unos hinchas que recorrieron siete horas de ida y otras tantas de vuelta para estar arropando al equipo en un choque clave por la salvación. Y después del césped, la celebración se trasladó al vestuario.
En este vestuario hay un equipo. Pero también hay una familia.
— Deportivo Alavés (@Alaves) April 5, 2025
😏 ¡VAMOS CHAVALES! 😏#AquíNadieSeRinde#GironaAlavés | #GoazenGlorioso ⚪️🔵 pic.twitter.com/Zkh5KO4LuE
«Estamos en un punto en el que vamos de extremos», resumió un Coudet «contento por los jugadores, por los hinchas y por el club» después de la victoria. La caseta necesitaba un triunfo que les diera oxígeno. El revés ante el Rayo había cortado una dinámica positiva que regresó en Montilivi. Y como tal lo celebraron demostrando la «unión y el trabajo» del vestuario que puso en valor Laguardia. Era fundamental para sacar la cabeza y coger aire en esta carrera por la supervivencia en Primera en la que todavía quedan ocho jornadas.
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