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Muñiz dialoga con sus jugadores en el último entrenamiento. Jesús Andrade

En el escenario más complejo

Muñiz se estrena en el banquillo del Alavés en un espinoso contexto, en casa de un líder intratable y con una menguante renta de solo tres puntos sobre el descenso

Viernes, 10 de julio 2020, 00:06

Es, posiblemente, el estreno más complicado para Juan Ramón López Muñiz. Por el escenario (Alfredo Di Stéfano, 22.00 horas), el campo del líder; por el rival, el enrachado Real Madrid, que no ha perdido ni un punto tras el parón; por los tiempos, ... que después solo dejan dos días entre partido y partido para cerrar la Liga con cuatro encuentros en diez días; y por todas las peculiaridades de este insólito final de campeonato. Porque, aunque solo fuera por sensaciones, el nuevo técnico albiazul necesita salir reforzado de Valdebebas para no perder el impulso del cambio en el banquillo. Pero consciente de que también hay que guardar fuerzas para el siguiente compromiso, el lunes ante el Getafe en Mendizorroza. Repartir esfuerzos y buscar un equilibrio. Lucas y Pina, por ejemplo. están apercibidos de sanción, como Martín y Magallán, y una tarjeta les apartaría del duelo ante los azulones, a priori, más asequible que el de esta noche para buscar los puntos que faltan para la salvación.

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Más complicada después del triunfo del Mallorca ante el Levante, que deja la amenaza del descenso a tres puntos de los albiazules –cuatro por el average particular favorable–. Renta menguante, tensión creciente.Un embrollo innecesario con el que ahora hay que lidiar. Todos a una, es la única manera. Ya habrá tiempo de pasar facturas. En este complejo escenario, la primera alineación de Muñiz es una incógnita. Incluso el dibujo, con posibles cambios en busca de mayor protección, bien sea poblando el centro del campo o reforzando la zaga. Hasta la convocatoria, que puede ofrecer caras nuevas como la de Rafa Navarro, inédito en una llamada previa en toda la temporada.

Tras cuatro sesiones de trabajo más psicológico que táctico, la apuesta, a priori, será similar a la que, con Garitano, dio la cara en el Wanda, un equipo compacto, de líneas juntas, que cierre espacios al rival e intente aprovechar la velocidad de jugadores como Burke, Edgar o Borja. Son baja Pacheco y Duarte –el jugador con más minutos del equipo–, además de las anecdóticas ausencias de Ismael y Tachi.

Bajas en el Real Madrid

Espera el mejor equipo tras el regreso a la competición. Los de Zidane lo han ganado todo tras el paréntesis liguero: siete victorias, trece goles a favor y dos en contra. Si el parón pilló al conjunto blanco en plena depresión –dos victorias, un empate y cuatro derrotas en los últimos siete encuentros entre las tres competiciones–, ahora ha vuelto desbocado. Y en pleno centro de la polémica por el arbitrario uso del VAR. Hoy quiere dar su penúltimo golpe a la Liga: si gana, aventajaría en cuatro puntos al Barcelona a falta de nueve por disputar.

El rival parte sin Ramos ni Carvajal, bajas por sanción. Dos huecos importantes en una línea que tampoco tiene a Nacho, lesionado, y seguramente pierda a Marcelo, ausente por molestias en la última sesión. Zidane tenía previsto alinear al brasileño en el lateral izquierdo y cubrir el derecho con Mendy a pierna cambiada. Ahora, la alternativa pasa por la reconversión de Lucas Vázquez, con el recuperado Varane y Militao en el eje de una zaga de circunstancias.

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En ataque no puede estar Jovic, aislado en su domicilio por riesgo de coronavirus tras la visita de un amigo que dio positivo, aunque el balcánico solo ha jugado 397 minutos en todo el campeonato. Pero Zidane recupera a Hazard, que el jueves ya completó la sesión con el grupo después de perderse los partidos ante Getafe y Athletic. Y finalmente está disponible Vinicius, que fue duda tras un error en el test de Covid-19, que dio negativo en el segundo.

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