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La Unidad de Juego y Espectáculos de la Ertzaintza pedirá a los cuatro clubes vascos de Primera y Segunda División que instalen «controles biométricos» en los accesos a las gradas de animación, según ha podido saber EL CORREO. Lo hará porque ninguno de ellos -Alavés, ... Athletic, Eibar y Real Sociedad- cumplen con la normativa de seguridad que LaLiga estableció en la temporada 2015/2016 para las zonas del campo dirigidas a fomentar el apoyo al equipo local dentro del estadio.
Varios equipos profesionales ya cuentan con controles biométricos en los accesos a sus gradas de animación. El Barcelona, el Real Madrid, el Atlético de Madrid, el Betis y el Valencia, entre otros, anunciaron la instalación de este sistema. La idea es que todos los aficionados que ocupen esta zona del estadio estén perfectamente identificados y que no se permita la cesión del abono entre simpatizantes. El objetivo es maximizar la seguridad y evitar que puedan entrar al graderío personas que tienen prohibido el acceso a recintos deportivos. LaLiga también persigue que se produzcan excesos de aforo y que otros aficionados puedan beneficiarse de las condiciones ventajosas de la grada joven «cuando no les corresponde».
La idea de reforzar la seguridad en estas localidades de equipos profesionales, que ya se venía realizando en otros países europeos, cobró especial fuerza a raíz de la muerte de un seguidor del Deportivo de La Coruña en 2014 después de una tumultuosa pelea entre hinchas radicales del club gallego y el Atlético de Madrid. El fallecimiento de este aficionado provocó la expulsión del Frente Atlético del estadio, aunque todavía hoy muchos de sus miembros siguen acudiendo al campo aunque sin enarbolar sus símbolos y banderas.
Un año después, en la temporada 2015-16, el Atlético fue el segundo club en instalar controles dactilares para acceder a su grada de animación, donde los hinchas pagan precios mucho más económicos que el resto y participan también en campañas especiales para fomentar el apoyo a los jugadores durante el partido. Antes de la entrada en vigor de la normativa, el Real Madrid ya había instalado un sistema propio. En el caso del club colchonero, para que pudiesen acudir al Cívitas Metropolitano, el club citó a los 2.700 socios de la grada del fondo sur para tomarles la huella dactilar del dedo índice de ambas manos. También se les hizo una fotografía con una cámara digital y se registraron sus números de DNI en las bases de datos del club.
Ya en el campo, los aficionados deben mostrar su carné de abonados en un primer control de seguridad. Después ponen el dedo índice en un lector instalado en la parte superior de los tornos biométricos, que están colocados en cuatro puertas de la zona sur del estadio. Estos cibertornos, conectados a ordenadores, ofrecen a los clubes y a La Liga un control absoluto respecto a las personas que se instalan en estas zonas del estadio.
Primar la juventud
Seis temporadas después de la entrada en vigor de esta normativa, muchos clubes siguen sin instalar detectores biométricos en los accesos a las gradas populares. De hecho, en muchas de estas zonas todavía se permite la cesión de abonos, de tal manera que pueden asistir al partido personas distintas a las que constan como socios. En este contexto, según las fuentes consultadas por este diario, la Ertzaintza se pondrá en contacto con los clubes vascos para que cumplan con la normativa de seguridad de LaLiga en lo que respecta a los controles dactilares.
Prácticamente todos los equipos profesionales han impulsado en los últimos años las gradas de animación porque, en muchos casos, suponen un gran empuje para los jugadores durante los partidos. En el Alavés, por ejemplo, la creación de este espacio se ha consolidado con un apoyo firme, incondicional al equipo albiazul cuando actúa en Mendizorroza. Lo fue en Primera, ganándose incluso la admiración de los equipos rivales y sus hinchadas, y también en Segunda, como en el anterior ascenso de la mano de José Bordalás y ahora en el nuevo intento de la casa de regresar a la élite. Sus ocupantes, provistos de banderas y pancartas y acompañados de percusión cuando entonan canciones futboleras, son en su mayoría adolescentes o menores de 30 años y disponen del abono a un precio muy rebajado en el fondo de Polideportivo.
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