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Mikel Uriarte
Miércoles, 30 de marzo 2022, 00:37
Hace tres semanas, Íñigo Vélez de Mendizabal recibió uno de sus mayores disgustos cuando el Amorebieta, al que ascendió a Segunda la liga pasada, le comunicó su destitución. Desde entonces, el joven entrenador vitoriano digiere el trago y aprovecha su estancia en el paro para ... ver fútbol, formarse aún más y esperar una llamada que le devuelva la ilusión por los banquillos.
- ¿Se ha pasado el enfado?
- Estoy asimilando la nueva situación, formándome y viendo fútbol para lo que pueda venir en unos meses.
- ¿Le sorprendió el despido?
- Sí, no me lo esperaba y no creía que iba a llegar de esa manera, aunque deportivamente sabemos cómo funciona el fútbol. Cómo me llegó la noticia no fue lo más adecuado.
- ¿Porque ni siquiera se lo habían insinuado o advertido?
- No es obligatoriro que te den un aviso ni nada por el estilo, pero muchas veces te puedes hacer a la idea, más allá de que lo veas justo o no. Yo estaba haciendo el vídeo del Eibar para enseñárselo a los chavales y el presidente y el director deportivo se presentaron en el vestuario para comunicarme que estaba destituido.
- ¿Es el fútbol desmemoriado?
- Tampoco tenía que seguir de entrenador solo por haber ascendido al club a Segunda. Si el equipo no funciona, es claro que puedes cambiar, pero no creo que la cosa no funcionara. Estaba convencido de que lo íbamos a sacar. En la jornada 40 o 41, lo comenté al inicio, no antes. Si alguno se pensaba que el Amorebieta iba a estar en mitad de la tabla, se equivoca.
Referentes
- ¿Se veía capacitado para salir de las posiciones de abajo?
- El lunes, después de perder con el Málaga, me reuní con los jugadores y les dije que ganábamos en Ipurua. Es verdad que los tres últimos encuentros no habíamos estado bien a balón parado, pero que se podía corregir y que los pequeños detalles podían ser de nuestro lado. Hemos sido capaces de ganar al Valladolid, al Almería, al Málaga en su campo y al Girona y se han sumado además muchos empates. Pero estaba convencidísimo de que lo íbamos a conseguir.
- Es curioso que sea su ayudante técnico el sustituto en la dirección.
- A mí también me sorprendió. Cada uno es dueño de sus acciones, pero el equipo sigue jugando con el mismo sistema, pese a que es cierto que los fichajes se hicieron pensando en esa idea de juego. Lo que hagan en el día a día ni me voy a meter ni me importa ya.
- Hace casi seis años que debutó como entrenador. ¿Qué ha aprendido en este tiempo?
- La ilusión y las ganas de aprender son las mismas, pero la experiencia que te dan las diferentes categorías es mucha, aunque luego tienes que estar formado.
- ¿Está el entrenador más solo de lo que usted pensaba?
- Sin duda. Este año he vivido situaciones complicadas. Cuando ganas, todo es maravilloso, pero cuando pierdes, se complica. Necesitas gente a tu lado que te apoye y que al mismo tiempo te distraiga un poco. Como jugador, la responsabilidad es menor porque hay más compañeros. Lo más difícil es contentar a 27 futbolistas cada semana, sobre todo si no ganas.
- En apenas cinco años ha llegado al fútbol profesional. ¿Lo soñó?
- Para nada. Me dedico al día a día. En la UDA ya flipaba. Cuando salió lo del Amorebieta en Segunda B fue tremendo y en Segunda ya ni te cuento. Trato de mejorar como técnico.
- ¿Hay menos paciencia con los preparadores cuanto mayor es la categoría?
- Depende más del club en cuestión, de los objetivos que se marcan al inicio de curso o de lo que se ha hecho la campaña anterior.
- ¿Dónde le gustaría entrenar la próxima temporada?
- Mi idea es algo que me apasione, que me ilusione. Llevo tres semanas parado y tengo unas ganas tremendas de volver. Sé que he entrenado 30 partidos en Segunda y veremos.
Ánimo
- Ha usado además un sistema de tres centrales que no es habitual.
- Pero no porque sea el que me gusta. Mi primer año en Amorebieta, en la primera vuelta, hicimos dieciséis puntos y teníamos que darle un cambio a la cosa. Tras perder con el Arenas en casa barajamos dos opciones, jugar en rombo un 4-4-2 o un 5-3-2. El segundo es un sistema que me gusta. Te permite usar dos delanteros y el extremo, convertirlo en carrilero, que no tiene que ser lateral. Mira el Girona. Firmamos jugadores pensando en ese 5-3-2 del que te hablo.
-¿En qué entrenadores se fija?
- En muchos. En Klopp, del Liverpool y más cercanos, en Garitano, Marcelino, Mendilibar, Arrasate, Míchel (Girona) o Rubí. En el Burgos, Calero está haciendo una temporada increíble con una forma de jugar muy definida.
- ¿Mendilibar? ¿Tiene relación con él?
- Desde luego. Le ví entrenar en Eibar y quiero ir a Ibaia un día de estos. Él fue a verme a Amorebieta cuando estaba sin equipo al inicio de temporada. Tengo mucha relación desde que me dirigió en el Aurrera. Estoy convencido que lo va a sacar adelante con el Alavés, pese al palo del Granada.
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