El enrevesado laberinto de las cesiones

Esto es, que los cedidos sigan en sus clubes y regresen más tarde para preservar el espíritu del préstamo. Pero es una cuestión que el organismo no puede imponer. Y es ahí donde empieza el embrollo. Lo primero sería ponerse de acuerdo entre los clubes implicados. No parece la parte más complicada, puesto que la gran mayoría tiene intereses en ambas direcciones. Después hay que llegar a un acuerdo con los futbolistas, que son quienes en última instancia deciden. Y en ese punto cada caso es un mundo diferente: el que está jugando, el que no, el que quiere volver cuanto antes, el que está lesionado, el que no quiere arriesgarse a estarlo...

Numerosas aristas particulares también en el Alavés, que cuenta con siete jugadores cedidos en su plantilla. El más utilizado durante toda la temporada ha sido Aleix Vidal (25 partidos en 27 jornadas), de menos a más hasta ser importante en el momento del parón. El extremo, cedido por el Sevilla, ya dejó en su momento la puerta abierta a una posible continuidad. «Todo será hablarlo», dijo. «No depende solo de mí. Aquí estoy súper a gusto, nunca hay que descartar. También hay que valorar lo que está haciendo por mí el Alavés este año», explicó el catalán.

También Camarasa (Betis) y Fejsa (Benfica) son piezas valiosas para Garitano desde su llegada en el mercado de invierno, pero el paréntesis competitivo les ha cortado el ritmo después de tiempo sin continuidad. De los que llegaron en verano, el club está contento con la evolución del anárquico Oliver Burke (West Bromwich Albion), con protagonismo creciente hasta que causó baja por paperas, y Magallán no está teniendo la regularidad que se esperaba cuando se firmó su préstamo del Ajax.

En invierno, junto al valenciano y al serbio, aterrizaron en Mendizorroza Ismael (Betis) y Roberto (West Ham). Con el joven centrocampista andaluz no hay problema porque su cesión es de año y medio, hasta junio de 2021. La situación del veterano guardameta es más peculiar: también finaliza contrato con el club británico, que tiene una opción de ampliarlo un año más. y el director deportivo albiazul, Sergio Fernández, ya dejó claro que «si continúa con nosotros será una situación más que positiva».

Claro que en este punto del laberinto se cruza la línea opuesta, la de las cesiones albiazules en otros equipos. La de Antonio Sivera, concretamente. El Almería, tercero en el momento del parón, tiene una opción de compra sobre el portero alicantino en caso de ascenso y, a priori, volvería a Vitoria si no se concreta tal circunstancia. En idéntica situación está Burgui en el Zaragoza, segundo clasificado en la categoría de plata.

Claro que, salvo cambio expreso en la normativa, ninguno de ellos podría jugar con la camiseta albiazul en la presente temporada, aunque sea más allá del 30 de junio. Tampoco el resto de los cedidos, que, en principio, regresarían a Vitoria para la pretemporada de la próxima. Con varios casos especiales. Desde Guidetti (Hannover), que no cuenta para el club, hasta Demirovic, que ha sacado lustre a su figura en el St. Gallen suizo.

«En el Alavés del futuro entra Ermedin (Demirovic). Posiblemente su entorno no le ha ayudado a tomar las mejores decisiones, pero hoy es uno de los delanteros más considerados en su edad en Europa», dijo Sergio Fernández del bosnio. También cuenta de cara a ese futuro con Ramón Miérez, condicionado por las lesiones en Tenerife. Más incierta es la situación de Patrick Twumasi (Gaziantep).