Un duelo que sigue en lista de espera

Desde un principio se ha barajado con que fuera en los días previos a Navidad. Sin embargo, los castellonenses estarán más liberados de compromisos internacionales en el mes de enero –finaliza la fase regular de la Champions League en diciembre– lo que también alimenta que el partido aplazado se dispute en plena semana de Supercopa.

En el caso de que se imponga la segunda alternativa, los de Calleja tendrán, hasta su compromiso ante los de Emery, siete encuentros para continuar en alza. El primero será el próximo sábado ante el Sevilla. Cerrarán el mes de noviembre ante el Celta en Mendizorroza y abrirán el último mes del año con dos compromisos ante rivales que se hallan en peor posición que los albiazules en la general. Los partidos ante el Granada en la ciudad nazarí y frente al Getafe en Vitoria son esenciales. El último compromiso del año, de forma oficial, será ante el Rayo Vallecano el día 18 o 19 de diciembre en Madrid.

La jornada ante el Villarreal cerrará un círculo que lleva abierto desde el pasado mes de septiembre a raíz de la suspensión. Tras un tira y afloja constante entre La Liga y el CSD, el duelo de los albiazules ante el submarino amarillo se vio aplazado por los compromisos internacionales de varios futbolistas en la CONMEBOL. Hubo partidos que se disputaron un viernes y que impidieron que algunos futbolistas pudieran jugar con sus equipos ese mismo fin de semana. La decisión de si se aplazaba o no se demoró más de la cuenta, algo que en el Alavés molestó por la falta de «seriedad y profesionalidad», tal y como expresó Javi Calleja en sus redes sociales.

«No es serio que a estas alturas haya clubes de La Liga, con sus respectivas aficiones, que no sepan si juegan el fin de semana. Esta improvisación no es profesional», indicó entonces el preparador alavesista.

Hasta la designación de la nueva fecha, en el club se respira tranquilidad. El triunfo ante el Levante en Mendizorroza cambió la cara de la plantilla de Calleja. Los jugadores preparan su siguiente compromiso liguero con una inevitable sonrisa en su rostro, reforzados en su confianza. Los 10 puntos cosechados en los últimos cuatro partidos avalan el buen momento atravesado por el Alavés.

«Reinventarse o morir», proclamó el técnico madrileño en una de sus últimas comparecencias en público. Una jugada exitosa que comienza a dejar huella en la nueva vida de un Alavés que pide más. Todo esto, además, con un partido menos que gran parte de sus rivales, lo que aporta algo más de alivio.