El diván reclama de nuevo a un Alavés inofensivo

Desde el Monte del Pico ·
Superado con claridad, más allá del 1-0, el equipo albiazul afronta otro paréntesis liguero para tratar de equilibrar sus prestaciones

Fernando Ruiz de Esquide

Viernes, 1 de octubre 2021 | Actualizado 02/10/2021 08:03h.

El diván del psicoanalista reclama de nuevo al Alavés después de un derbi donde se vio superado con claridad. En intensidad, en juego, en concentración y en lo que se quiera añadir. Más allá del 1-0 final, resultado corto para los locales ante un ... equipo vitoriano de marcado talante defensivo, pero sin capacidad para neutralizar el ímpetu rojiblanco. Y, sobre todo, sin recursos para equilibrarse con un mínimo de filo en ataque ante un adversario ordenado y contundente en todas sus líneas. Son ya siete partidos de Liga y solo dos goles -uno de penalti y otro en un córner-, 630 minutos sin anotar un solo tanto de jugada. Un amago final con ocasión de Pellistri y centros desesperados al área, con chilena fallida de Laguardia, fue todo lo que aportó una escuadra albiazul inofensiva.

Los dos equipos habían repetido once inicial y el Alavés nunca pudo con la intensidad y movilidad del rival durante la primera mitad. Sin salida prácticamente y encerrado en su área por obligación salvo acciones puntuales. Pacheco sostuvo al equipo durante muchos minutos. Primero, con el penalti despejado a Raúl García y depués, en otro cabezazo de Muniain y en una internada más de Williams... Demasiada permeabilidad en una escuadra albiazul con cinco defensas y cuatro centrocampistas que concedió también en el juego aéreo, hasta que llegó el gol en un despiste colectivo. Tampoco ayudó el VAR, en una constante de este inicio de temporada. Sancionó la mano de un Ximo que estaba de espaldas al balón y no la de Vencedor, con la mano extendida a media altura en el área. No es una novedad después de lo sucedido ante Real Madrid, Valencia...

El Alavés, en realidad, no mereció nada. Bien pudo verse sin opciones al descanso y su capacidad de reacción resultó prácticamente nula cuando tocó de nuevo remar a contracorriente. Ni un puñado de córners (hasta ocho) bastó para inquietar al alavés Unai Simón, casi espectador anoche en Bilbao. La única nota positiva, por buscar alguna, la resistencia hasta el final ante un Athletic que desaprovechó opciones para liquidar el choque. En un duelo donde Loum mostró su irregularidad y Calleja volvió a sorprender con la incorporación de un Guidetti que parece lejos de aportar soluciones en ataque. Aunque no se trató de cuestiones individuales y sí colectivas ante un adversario siempre mejor posicionado, siempre más intenso en los balones divididos. En definitiva, salvo minutos puntuales, siempre se jugó a lo que quiso el Athletic. En esas condiciones, solo un golpe de fortuna podía salvar a la escuadra albiazul que pecó de indulgencia al conceder el tanto antes del descanso cuando ya había dejado atrás sus peores minutos y las claras ocasiones locales.

El equipo vitoriano se ha acostumbrado en los últimos años a casi bordar este derbi en Mendizorroza (cuatro victorias y un empate en cinco partidos), pero también a sufrir cuando toca dejar atrás Altube. Un sufrimiento aún mayor cuando llega ahora otro largo descanso -el Alavés no competirá hasta el día 18- después de uno anterior de tres semanas cuando el agua también le rozaba el cuello. En suma y con un duelo aplazado ante el Villarreal, el equipo de Calleja sumará prácticamente 40 días de parón entre septiembre y octubre pese a lo apretado del calendario. Si puede, mientras el Alavés vuelve a ver la realidad de una clasificación otra vez de tonalidad muy oscura, que lo explique la LFP.