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Volver a empezar. Construir «un nuevo proyecto en Segunda», como apuntó Alfonso Fernández de Trocóniz nada más consumarse el descenso. Con el único objetivo de «colocar al equipo en Primera para intentar afianzarlo en la máxima categoría». Un plan que, aún en proceso de digestión, ... tiene muchas aristas que limar en busca de una regeneración profunda que renueve las ilusiones desgastadas en los últimos años. Nadie tiene garantizada la plaza en ese pasaje, ni siquiera Sergio Fernández, la cabeza visible de la secretaría técnica los últimos seis años. El director deportivo y su equipo han trabajado en diferentes escenarios en función del desenlace, pero tampoco está resuelto al cien por cien que vaya a cumplir el año de contrato que le queda en Mendizorroza.
A partir de ahí, como en una estructura piramidal, el resto de decisiones. Empezando por el entrenador. Difícilmente será Julio Velázquez el encargado de capitanear la nave albiazul en Segunda. El club está satisfecho con el trabajo que ha desempeñado en el último mes y medio y su promedio de puntuación arrojaría números de permanencia, pero la rehabilitación emocional pasa por airear el vestuario y encomendar la misión a caras nuevas que permitan resetear tanto en el apartado futbolístico como en el anímico.
Lo que implica necesariamente una ruptura importante a nivel de plantilla. No serán muchos los jugadores que han terminado esta temporada y empiecen la siguiente. Por las propias circunstancias contractuales. Solo diez tienen contrato en vigor: Pacheco, Tenaglia, Lejeune, Duarte, Javi López, Saúl, Toni Moya, Luis Rioja, Miguel y Jason. Pero no todos van a seguir. De hecho, existen cláusulas liberatorias en caso de descenso a Segunda. Que no necesariamente implican una salida unilateral gratuita, pero sí condiciones ventajosas o futuros derechos que se pueda guardar el Alavés. Como telón de fondo, las fichas altas que el club no pueda asumir en Segunda o la propia ambición deportiva de jugadores como Pacheco, Rioja o Duarte, que mantienen cartel en Primera.
diez contratos en vigor
Será el adiós de futbolistas arraigados en el equipo como Tomás Pina, Edgar, Ximo Navarro, Guidetti, Sivera, Pere Pons... O el canterano Martín, que ya tiene asumido un futuro lejos de Vitoria. También acaba contrato Laguardia, que queda en el aire. Hay decisiones que corresponderán al nuevo entrenador, pero la entidad albiazul, a la espera de saber cuál iba a ser su sitio, todavía no ha trasladado ninguna oferta de renovación y los futbolista tendrán que mirar por su situación personal mientras avanza el mercado.
Está, además, el capítulo de los cedidos: Borja Sainz (Zaragoza), Mamadou Sylla (Rayo Vallecano), Carlos Isaac (Oviedo) Abdallahi (Istra), Puma Rodríguez (Sporting), Tachi (Fuenlabrada) o Taichi Hara (Sint-Truidense). El panameño, que renovó hasta 2023 antes del préstamo, lleva tres goles en Segunda, los mismos que el vizcaíno en La Romareda; ocho marcó el japonés en Bélgica. La nueva categoría abre puertas de retorno que antes parecían cerradas en algunos casos, pero tampoco se prevé un retorno masivo que altere esa pretendida regeneración integral.
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